Extracte de l’entrevista

Fitxa de la publicació

Títol
Amparo López, Projecte Mare
Nom / cognoms
Amparo López, treballadora social del Projecte Mare
Data i lloc de l’entrevista Dijous 26 de juny de 2025, a la seu de Mare
Temàtiques veïnat
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar)
Publicació en Natzaretpèdia  Dimecres 1 d’octubre de 2025
Enllaç https://youtu.be/6dgZV9ybVs4
Extracte  https://youtu.be/OGClqYfM-3U
PDF

Escoltar a Amparo (treballadora social del Projecte Mare) és un veritable privilegi per la passió i l’estima amb què parla del projecte i de la seua relació amb les persones que en formen part. En esta entrevista ens parla de la història del projecte i de com ha anat evolucionant per adaptar-se a un perfil d’usuàries que ha anat canviant al llarg dels anys.

Sinopsi

Amparo López ens parla de la seua tasca com a treballadora social dins del Projecte Mare, que forma part de l’Obra social de la parròquia. El Projecte Mare té la particularitat d’estar dirigit a dones i abasta des de l’assessorament legal en temes d’estrangeria, fins a l’acompanyament psicològic, passant per activitats familiars d’oci, excursions o valuosíssims moments d’intercanvi cultural entre dones de 18 països diferents (19 incloent el personal local).

Transcripció

Vale, pues te tienes que presentar: cómo te llamas y qué haces aquí.

Vale, pues soy Amparo López, soy trabajadora social y en octubre haré dos años en el Proyecto Mare.

Dos años ya es para sabérselo bien.

[Risas] Alguna cosilla. Sí. Sí, pero bueno. Sí que es verdad que tengo una trayectoria bastante larga de trabajo social y entonces en estos años de trayectoria sí que he pasado por Natzaret y he estado en contacto y a través de otras entidades sí que hemos hecho trabajo con Mare con lo cual conozco un poquillo. Claro.

¿Nos puedes explicar un poquito el proyecto?

Claro. Pues mira, ¿te explico también lo de la historia?

Sí, si no te importa.

Vale, pues el proyecto Mare nace de un poco ver cuál era la situación del barrio, ¿vale? Y de encontrarse con mujeres que acuden reiteradamente a la Cáritas parroquial, que se encuentran en una situación de pobreza, ¿vale?, que hay poca formación para ellas, casi todas son mamás y entonces se empieza a pensar que hay que trabajar desde otro punto de vista. Está muy claro que la mujer es el motor de la familia y entonces que hay que hacer ahí un apoyo real por ellas en el que poder pues eso, apoyar el tema de la promoción, el autoconocimiento, el autocuidado y entonces a partir de ahí se empieza a ver pues esa necesidad, ¿no?, de trabajar con la mujer en un espacio donde ellas sean las protagonistas. Entonces, bueno, viene una historia de una persona que llega al barrio y empieza a ver todas estas necesidades y a partir de ahí se empieza a trabajar con la mujer, temas de alfabetización, un poco conocimiento y en el 2000 ya empieza el proyecto con el nombre de Mare. ¿Vale? Y entonces, siempre con esa línea de trabajar con la mujer, tema de promoción, formación, autocuidado y mirar a ver cómo poder apoyarla en el tema de que se pueda insertar laboralmente.

Entonces, desde ahí, como si dijéramos, el foco era ése y el proyecto ha ido cambiando mucho, porque claro, del 2000 al 2025… lo chulo ha sido que se ha ido adaptando a la nueva realidad del barrio. En un principio el perfil de la mujer que acudía al proyecto eran mujeres gitanas, luego esas mujeres con las que se trabajó mucho en alfabetización, en el tema de promoción y de apoyo familiar fueron de manera natural saliendo del proyecto y empezó a llegar otro perfil nuevo que acababa de llegar al barrio, que empezaron a entrar también mujeres inmigrantes. Entonces, desde ahí también el proyecto se fue remodelando, ¿no?, hizo ahí como un reseteo de… vamos a ver cuáles son las necesidades de estas nuevas mujeres, alfabetización ahora mismo no, de aprender a leer y a escribir, pero sí que necesitan aprender castellano para poder manejarse y para el tema de la autonomía y todo eso. Entonces empezaron con el tema del castellano. Para el tema laboral sí que muchas de ellas venían con el tema de que querían aprender a coser y desde ahí buscar opciones laborales. El tema de coser siempre ha estado en Mare. O sea, el tema coser, arreglo de ropas… porque hubo una temporada también que Mare se enlazó con Arropa y la Fundación José María Haro. Y entonces aquí en Natzaret era uno de los sitios donde llegaba la ropa y la gente del proyecto se encargaba de, junto con otros proyectos, no solo el de Mare, de revisar la ropa, arreglarla y volverla a llevar. Entonces ése fue ahí como ese inicio de las tiendas de Arropa y todo eso. Lo que pasa es que luego ese proyecto también creció mucho y ya salieron hacia una nave industrial. Esta historia yo la tengo ahí como un poco borrosa, ¿eh? [risas]. O sea, sé que fue así, pero no os puedo decir los años. Pero bueno, y entonces ya las mujeres de Mare como de los otros proyectos dejaron de ser las personas que un poco analizaban, veían la ropa, la preparaban y entonces nació un otro Mare, un nuevo Mare [5 min.]. Pero por eso os digo que siempre ha estado enlazado con el tema de la costura o de la ropa, ha tenido ahí como ese foco.

Y entonces en este tiempo pues también Mare ha estado en distintos sitios siempre en el barrio, pero… pues eso, ha ido pasando por distintos espacios. Éste es, como si dijéramos, un espacio que pertenece a la parroquia, porque el proyecto sí que es de la parroquia y está insertado dentro de la Obra social. ¿Vale? Y entonces desde ahí se… un poco se ve la línea de trabajo.

Entonces, no sé, bueno, ahora mismo os explico un poco: ahora mismo nosotros tenemos de actividades de talleres, tenemos cinco grupos de castellano con distintos niveles. Un grupo pequeño de alfabetización. Luego tenemos también el espacio de cocina. Dentro de costura hay dos grupos, que es costura inicial para gente que le apetece venir, a aprender y todo esto y un grupo avanzado. Y entonces con este grupo avanzado sí que hay una actividad que sería como más de inserción prelaboral, que sería la parte de producción, que son los martes y los jueves por la tarde. De tres a cinco. Nuestro horario siempre intenta coincidir con el horario del cole. Eso es fundamental.

Y luego también tenemos otro espacio que también siempre ha estado en Mare y ha sido muy importante que es la parte de apoyo psicológico y apoyo al tema de la crianza. ¿Vale? Entonces tenemos un grupo que lo lleva nuestra psicóloga, Raquel, que es el taller materno-infantil, que vienen mamás, algunas están embarazadas, otras ya han tenido sus peques y los peques son de 0 a 3 años. Entonces, como todas nuestras salas se convierten y reconvierten, esta sala en la que estamos ahora es como si dijéramos la sala donde vienen las mamás, los bebés… Entonces se ponen las colchonetas, nos quitamos los zapatos y empezamos ahí a jugar y a poder estar… A poder estar tranquilas y la verdad es que se crea un ambiente muy chulo, porque un poco la idea no es hacer una clase, porque eso no tendría ninguna utilidad, sino el poder compartir cuáles son las dudas, qué me está pasando, qué le pasa a mi cuerpo y qué le pasa a mi mente, qué le pasa a mi bebé, si esto es normal o no es normal, cómo puedo disfrutar también de la maternidad, ¿no?, porque a veces eso es complicado. Porque claro, tú tienes un hijo y se espera que, yo qué sé, por ciencia infusa, te lleguen todos los conocimientos, habilidades sociales y todas las cosas y esto pues no pasa, no hay una varita mágica. Nos pasa a todas. Entonces, tener un sitio donde no te van a juzgar, donde te pueden comprender, hay otras mamás que están pasando por lo mismo que tú… Es muy importante y sobre todo porque se crea mucha red. Porque claro, nosotros somos… Eso es fundamental.

Cierta comunidad, ¿no?, que haya un ambiente…

Claro, es muy importante el buen ambiente, el no sentirse juzgada y el conocer a otras mamás que están en la misma situación, porque eso genera muchísima red y eso es uno de los objetivos principales también de Mare, el generar red. Porque al final, nosotros somos un espacio que siempre está abierto, pero la gente tiene que hacer comunidad, tiene que hacer barrio y sí que hemos visto que eso es importante, porque por ejemplo, una dice “la ropa de los bebés es como súper…” ¿no?, los bebés cambian mucho, crecen mucho y entonces ellas van diciendo “oye, tengo ropa de bebé de esta edad, ¿quién la quiere?”, pues se la cambian. O “este carrito ya se me ha quedado…”, y muchas de ellas a veces por el grupo de WhatsApp nos dicen “oye, que me han dado un carro, ¿alguien quiere este carro?”, pues lo ponemos [10 min.]. ¿Sí?, pues ellas mismas se hacen la transacción y todo. Entonces, es fundamental el tema de crear red.

Y entonces, tenemos… la psicóloga tiene este taller, luego también hace terapias individuales para aquellas personas que lo solicitan y luego también tenemos un taller grupal que este año se ha reconvertido en un espacio de cuerpo-mente, que es un espacio como de yoga, de consciencia, de saber todo lo que me está pasando en mi cabeza cómo baja al cuerpo, por qué me siento así, qué está ocurriendo, y la verdad es que ha funcionado superbién. Estábamos ahí diciendo a ver esto… Es superbonito. Y cuando hemos hecho la evaluación este curso lo han valorado muchísimo. Claro, en este sí que tiene que venir mujer sola, sin bebés. Entonces las mamás con bebés nos dicen “oye, esto qué pasa.” Digo: “todo no puede ser” [risas]. Claro.

Pero bueno, desde ahí, yo creo que… También hacemos excursiones, y luego tenemos mucha coordinación con el Centro de Salud, que ha sido una experiencia superchula. Sí, ha sido muy chula porque es verdad que muchas de las personas que vienen aquí, el ir al Centro de Salud, como me pasa a mí también, o sea, como nos pasa a todos, impone, ¿no? Tengo que ir a hablar con el médico, tengo que decirle… qué agobio, qué no sé qué, me va a entender, no me va a entender… mucha de la gente que viene pues le cuesta, porque claro, la diferencia de idioma, claro, tú llegas con… la gente que viene de Pakistán, que viene con el urdu, el pastu, llega ahí, todos sabemos cómo son las consultas, que son rápidas, tú tienes que decir rápido qué es lo que te pasa, obtienes el resultado. Entonces, claro, muchas de las personas o no acuden o les da miedo acudir. También algunas de ellas vienen de países donde la asistencia sanitaria no es algo habitual, regular, o sea, tú estás malo, cuando ya estás muy malo te vas al hospital, pero no hay todo ese camino que sí que tenemos aquí. Entonces estuvimos hablando con las enfermeras, justo hay enfermeras comunitarias y entonces al hablar con ellas les estuvimos hablando que nos gustaría un poco hacer también de como de mediación, ¿no?, de un espacio que pudiera ayudar a la gente a acceder al Centro de Salud, poder acudir y ellas encantadas y entonces empezamos ya el año pasado. Y este curso lo que empezamos era que ellas venían una vez al mes y entonces empezamos desde el inicio, o sea, tú entras al Centro de Salud, la primera persona que te encuentras es el mostrador y entonces vino una persona de mostrador aquí y nos estuvo explicando cuáles son las tareas, las funciones y sobre todo es que ellas pusieron cara. Y las personas de mostrador también pusieron cara y además la persona que vino era la coordinadora y fue majísima y dijo “cualquier duda podéis decir: que salga Carmen”, y bueno, eso fue maravilloso. Son muy buenas y luego, claro, muchas veces tú no pides o no haces cosas por desconocimiento, tú no sabes que puedes hacerlo. Entonces, que venga una persona de allí del Centro de Salud y te diga “no, mira, sí, la tarjeta sanitaria tú la puedes pedir así, esto se puede hacer así…”. Eso ayuda muchísimo. Y luego en la evaluación que hemos tenido con el Centro de Salud, ellas también nos plantean que han visto cambios, ¿no?, en el tema de la relación, el cómo acercarse, cómo pedir las citas, el encontrarte con Carlota que es una de las enfermeras: “hola, hola, soy la de Mare” [risas]. Entonces ha sido muy chulo. Entonces, vino la persona de mostrador, vino la matrona, luego también vinieron enfermeras de pediatría… Entonces hemos estado todo el año ahí haciendo sesiones también de lo que ellas necesitaban, ¿no? Pues la última sesión que hicimos era para saber cómo afrontar el verano, por el tema de la necesidad del protector solar, de beber mucha agua, el tema de la alimentación, las horas de más sol, si tengo bebés cómo puedo hacerlo… [15 min.]. Y yo creo que eso es un trabajo chulísimo, ¿no? Y se ha se ha valorado mucho. Entonces, en este tema sí que nosotros también queremos un poco seguir trabajando en esta línea, ¿no?, el ser un poco mediadores para que la gente siga haciendo barrio. Porque eso… Claro, es fundamental.

Por eso también, pues el Dia de la Dona participamos en la actividad que un poco el motor está en la Asociación Vecinal. Pues el ir allí, que todo el mundo conozca a Maite, que conozca el local de la Asociación Vecinal, un poco ir estableciendo como esos cauces de comunicación que a lo mejor tú llegas aquí al barrio, no conoces a nadie, pues dices “¿cómo entro?, ¿no? ¿Cómo conozco?”.

Sí, que haya una escala humana ahí.

Claro. Entonces, pues desde ahí un poco también ése nos parecía como un tema muy importante.

Entonces, todas estas cosas y más, porque luego claro [risas], hay muchísimo más, porque… pues eso, ¿no?, un poco las realidades la gente te va contando, ¿no?, qué es lo que le pasa, las dificultades que tiene, las necesidades. Hay mucha gente que llega sola al barrio, entonces el encontrar una puerta abierta, pues es fundamental. Sobre todo una puerta…algunas de las mujeres lo que nos plantean muchas veces es una puerta abierta y con tiempo para escuchar. Porque el otro día que nos reuníamos con Servicios Sociales, con el programa de Acogida, claro, ellos nos decían que sus atenciones son de 20-30 minutos máximo. Claro, en ese tiempo es difícil que una persona que acabas de conocer… cada vez te atiende una persona distinta, ¿no?, que pueda expresarse, que te pueda decir qué es lo que le pasa, que se pueda ver que hay un feedback, ¿no?, que yo te estoy entendiendo a ti y tú me estás entendiendo a mí. Entonces, el tener ese tiempo de escucha, de “vale, pues no pasa nada. Vente mañana, hoy no te apetece, pues mañana puedes venir”. Claro… Es fenomenal.

Es fabuloso, sí.

Pues sí.

Y ¿cuánta gente sois? Hemos conocido a María, la Coordinadora…

Sí, está María, luego los jueves por la mañana está Mireia, que es la abogada de extranjería, que es muy importante. Por eso te decía que Mare también va creciendo y va haciendo las apuestas en función de las necesidades que hay. Entonces, ahora mismo nosotras vimos que era súper importante poder tener ese servicio. ¿Por qué? Porque, a ver, yo sé algo de extranjería, puedo tener como unas pinceladas, los cuatro tips de estos temas, pero la ley y todos sus decretos, organismos, no sé qué, no sé cuántos, eso es complicadísimo, necesitas tener una persona que esté al día para dar un asesoramiento, para ayudar a hacer los trámites, para… todo eso, que sea profesional que se dedique a eso y lo controle para poder dar una atención cómo toca. Entonces, ahí está Mireia, que es nuestra última incorporación. Luego está Raquel, que es la psicóloga, que ella viene dos mañanas. Y luego también tenemos una profesora de costura. De todas formas el proyecto sin las voluntarias, por ejemplo, tampoco podría estar. Esa parte es fundamental y muy importante. Mare siempre ha estado con voluntariado y es fundamental dentro del proyecto, ¿no?, la participación ciudadana a través de esto y luego que se generan unos vínculos, unos apoyos, una escucha… que a todos nos toca. O sea, todos cambiamos. Todas las personas entramos aquí con a lo mejor unas ideas, unas expectativas, unas… pensamientos y luego conforme vas conociendo a las personas, vas conociendo sus historias de vida, sus realidades, pues tú también vas cambiando y generando nuevas cosas. Pues eso, entonces somos un montón de personas [risas].

¿Cuántos voluntarias tenéis? ¿Cuánta gente hay?

Pues a ver, más o menos habrá unas 10-12 personas. Claro, es que tú piensa que nosotras abrimos de lunes a jueves, y al mismo tiempo pueden haber distintas actividades y varias cosas, claro [25 min.]. Por ejemplo, en castellano cada grupo tiene dos voluntarias. Porque sí que vimos que era importante porque, aunque intentas hacer grupos de castellano por niveles, es difícil el poder organizarlo bien y entonces tener dos personas te da la posibilidad de que puedan estar mejor atendidas. Aun así, este año veíamos que necesitábamos como más personas porque, claro, es que se va… al final es mucha gente. Y quieres dar una buena atención que haya… pues eso es lo que hablábamos, ¿no?: tiempo de calidad, relaciones respetuosas, que sea un ambiente que… claro, nosotras todas las actividades, menos el taller de cuerpo-mente, pueden venir con los peques de 0 a 3. Luego tienen que estar en el cole, pero entonces también tienes que dar ese espacio, no es solamente que “tú puedes venir con tu peque”; no, o sea, el peque tiene que poder tener un espacio donde poder estar, la mamá también tiene que estar tranquila de que no le van a estar diciendo “ten al niño atado en el carro”. Entonces todas esas cositas van sumando, ¿no?, y entonces hay que poder atender y estar ahí.

Qué barbaridad, qué maravilla. Yo me he fijado en el baño en que tenéis bañeras. ¿Hacéis algún taller de baño o de…?

Pues mira, lo del tema de la ducha y la bañera de peques es porque es verdad que en Mare hay familias que se encuentran en una situación de vulnerabilidad importante y a lo mejor no tienen agua en casa. Entonces, desde ese momento cuando se hizo la reforma se vio que era importante que hubiera una ducha, un termo, agua caliente y que tuviéramos todo lo que una persona pudiera necesitar dentro de nuestras posibilidades. Entonces, sí que es verdad que hay gente que puede venir en el horario donde no hay nadie, donde no hay unos talleres, una actividad, para dar toda la intimidad… y pueden venir a ducharse o a bañar al bebé sin problemas. Ellos nos lo dicen. Igual que el tema de la lavadora. La lavadora es para el uso de Mare, pero también para el uso de si hay gente que viene: “oye, mira, necesito poner la lavadora”, pues ahí está.

Por ejemplo, cuando se inició el tema de la cocina habían como, claro, tú te pones a leer de proyectos de intervención, no sé qué, el tema de la cocina, como que da mucho juego y todo, y nosotras estuvimos viendo también que el espacio de la cocina es un espacio de convivencia, es un espacio de interculturalidad en la que además todas nos situamos en un plano de igualdad, porque todas las personas de una manera u otra todo el mundo ha hecho un huevo frito [risas]. Claro, esto es así, entonces todas podemos aprender, todas podemos enseñar y nos parecía también muy importante el que finalizara comiendo todas juntas, ¿no?, porque pues ahí tú charras el tema de la comida, de compartir la mesa… Es algo que genera, pues eso, mucha relación, pero mucha relación desde un ambiente tranquilo, ¿no?, donde tú puedes aprender del otro, donde una persona te puede te puede estar explicando por qué la carne que ella come tiene que ser halal, otra persona te puede estar explicando que tuvimos ahí el tema de las arepas de dónde son, si son de Colombia, de Venezuela, de… Desconocíamos que había tanta… Entonces está muy bien porque es… sin necesidad de hacer talleres, actividades, así como si dijéramos de una programación, se crea de una manera natural un espacio donde compartir vida, donde tú…

Extraescolar.

Claro. Sí, sí, sí, entonces eso yo creo que tiene muchísima riqueza, ¿no? Y entonces el estar ahí, compartiendo… Lo que sí que hicimos este año es “viajar a”. Y es, una vez al mes, alguien nos trae recetas de su país y entonces nos habla también de las cosas bonitas de su país [25 min.], porque muchas de ellas están acostumbradas a que cuando dicen “yo vengo de Pakistán”, “yo vengo de Colombia”, sale como todo lo… las situaciones más problemáticas. Pero ellas también están enamoradas de su país, y es normal, como a cualquiera nos pasaría, ¿no?, entonces dijimos vamos a hablar de… si nosotros fuéramos a Colombia, ¿dónde nos llevarías?, ¿qué sitios hay para ver?, ¿qué te gustaba?, ¿qué no sé qué?, y entonces un poco situarla en el plano y a partir de ahí pues poder charrar, de sus países y que ellas también pues un poco se reconcilian con esa historia que tienen ahí detrás. Y luego también que claro, decimos Colombia y nos da la sensación de que todo es igual, y no. Entonces, claro, hay días que a lo mejor de una de ésas dice “¿volvemos a viajar a Colombia?”. Digo “hombre, es que no es lo mismo estar en Cali que estar en el otro lado”; digo “porque esto es como…”. Tú dices “yo soy de España”, pero no es lo mismo estar en el País Vasco que estar en Sevilla. No es… Entonces, desde ahí pues un poco también esa riqueza. Hicimos ahí, porque sí que es verdad que nos dimos cuenta, claro, como aquí estás todo el día aprendiendo, el tema del pan que es algo tan así. Nadie lo habíamos pensado, pero por ejemplo en Pakistán, en Marruecos, en Argelia… las mujeres que tenemos nosotros, ellas hacen el pan en casa. Y entonces hicimos un día dedicado solo al pan. Y entonces nos enseñaron, bueno, tengo que decir que yo comí más que aprendí [risas]. Nos enseñaron un poco, cada una se fue poniendo a hacer los distintos panes. Hicimos un taller de distintos panes en función de la zona y, claro, pues eso no es algo habitual, ¿no? El centrarte en… pues vamos a trabajar el tema de los panes y a partir de ahí con esa excusa vamos a ir conociendo, ¿no?, cosas que hay en otros países de las que podemos aprender y enriquecernos. Entonces pues el día del pan fue impresionante. Porque claro, o sea, es que nos quedamos ahí como: ¡qué riqueza! Claro, es igual que con el tema de lo de las arepas y todo esto, que, claro, tú dices, te has quedado ahí en la superficie más superficie, ¿no? Y luego ahí hay muchísimas cosas, entonces, pues eso, cada espacio que hay lo que sí que intentamos es que sea un espacio seguro, que haya respeto por las otras culturas, tradiciones, religiones… Eso tiene que estar en la base. Entonces, cuando se hacen las entrevistas de inicio y todo eso, eso siempre se queda ahí como una cosa: “aquí van a haber personas de distintas culturas, de distintas religiones y la base siempre es que nosotros respetamos y no juzgamos a las otras personas en función de sus costumbres, su forma de practicar la religión, sus religiones”. Entonces, desde ahí es un poco ir iniciando, ¿no?, en función de lo que para ellas es importante, ir trabajándolo.

Entonces, por eso decía, de lunes a jueves tenemos así como una organización más estructurada, los viernes nosotras solemos usarlo para reuniones nuestras de coordinación con Servicios Sociales, con la Fundación Rafa Nadal, con El Arca, con los coles y todo esto, y luego también ahí ponemos charlas y algunas excursiones, porque sí que es verdad que el tema del ocio es importante. Entonces, pues eso, este año sí que hicimos una excursión a Torás porque conseguimos ahí un contacto de una persona que también formaba parte de Cáritas y nos lo dijo y no sé qué y fuimos allí, fue chulísimo porque el estar paseando por el campo, el poder disfrutar… Claro, algunas decían “es que aquí huele distinto” y yo digo “pues sí, es verdad”. Entonces un poco con ese planteamiento, ¿no?, de ir dando respuestas también a lo que ellas van planteando y escuchándolas, así como… no oyéndolas, escuchándolas [30 min.]. De vale, pues esto. Por ejemplo, también en Pascua y en Navidad lo que hacemos… nosotros no somos un proyecto o un centro que trabaje con los niños, no es nuestro punto, pero sí que pues claro, muchas de ellas las vacaciones escolares son espacios de mucho agobio, mucho estrés, hay gente que vive en habitaciones, con lo cual imagínate la situación, ¿no? Y entonces lo que hacemos son actividades familiares que vienen ellas con los nenes y entonces hacemos también… es una manera de trabajar el vínculo familiar a través del juego. Porque en las actividades todas jugamos, todas participamos y entonces como en la parroquia está también la iglesia de la Punta y allí es un espacio abierto y chulísimo…

La catedral de l’Horta.

La catedral de l’Horta, sí [risas]. Que es muy chulo porque en realidad estás 5 o 10 minutos como mucho andando de aquí, pero ya estás en mitad de la huerta. Ya es otra cosa. Hay un montón de espacio para correr, para jugar, una sala supergrande y entonces nosotros ahí lo que les ofrecemos a ellas es un espacio de ocio familiar, en el que nosotras programamos cosas, organizamos, ellas también pueden plantear y se trata de… todas estamos aquí jugando y disfrutando y la verdad es que es muy chulo porque sí que vemos que hay… O sea, que faltan esos espacios, ¿no?, para poder estar tranquila en un sitio grande que te dé comodidad y poder estar jugando con tus hijos sin tener que estar ahí pensando en si vas a molestar al vecino de abajo, si va a salir tu compañero de piso, si… Claro, entonces desde ahí también ofrecemos como a esos pequeños espacios de respiro y es algo que ellas agradecen mucho. Porque… por eso que decíamos, ¿no?, porque a veces los espacios no están hechos para que la gente vaya, disfrute, pueda estar, entrar, salir… Entonces, ahí son momentos de…

Sí, hay muchos recursos que van dedicados como a cubrir necesidades, ¿no?, nos hablaban en El Arca también, ¿no?, de una parte que tienen como de “sueños”, ¿no?

Sí.

Para elegir extraescolares.

Justo.

Esa parte, claro, al final es la que nos hace personas, ¿no?, todo lo que va más allá de cubrir las necesitades.

Sí, sí, sí. Y sobre todo eso, porque, claro, nosotras vemos pues eso, que muchas de las mujeres que vienen pues además del tema de la soledad vienen con una mochila muy fuerte. Que cada vez que van a alguna entidad, asociación, recurso institucional, tienen que ir ahí como a abrirse en canal con un abanico de “estos son… esto es todo lo que yo necesito a nivel básico”. Pero luego está a nivel de persona, o sea, yo para poder estar bien con mi hija y con mi hijo también necesito momentos de poder jugar, estar tranquila, saber que va a estar todo bien, ¿no?, y entonces yo creo que eso es una parte fundamental. Claro, algún martes de por la tarde este año sí que hemos abierto y han venido, porque algunas mamás decían “pues ahora qué hago, que no sé qué”. Bueno, pues veniros, tenemos aquí juegos, no sé qué. Y han venido para jugar. O sea, como un espacio de poder estar aquí jugando con mi hija, con mis hijos un rato. Vengo, juego, no sé qué. Y entonces planteamos también el tema de… igual que la biblioteca te prestan libros, pues te presto el juego y a la semana siguiente me lo traes y los peques firmaban y todo eso, también por ir un poco trabajando todo ese tema, porque es verdad que a través del juego es muy chulo todo lo que se va creando y todas las relaciones que se van dando, ¿no?, como que todos bajamos nuestras murallas y podemos estar ahí jugando, echando cartas, pues “hala, chúpate dos”, pues no sé qué. Entonces, desde ahí poder tener ese espacio es fundamental, porque si no está todo como muy cuadriculado.

Y también a nivel casi climático, ¿no?

Sí.

Porque se está muy bien. Es muy agradable. Yo recuerdo por ejemplo en algunos barrios en los que he vivido que había, no sé, la Filmoteca, que la gente sin recursos iba a la Filmoteca por la tarde, porque costaba a 1€ y estaba fresquito toda la tarde. Porque claro, encontrar refugios frescos es muy importante [35 min.].

Es muy importante, por ejemplo, pues nosotras este curso, el curso pasado, siempre vamos a la . Entonces eso es… bueno, nosotros lo valoramos ahí como súper importante, ¿no? O sea, porque muchas veces es verdad que planteas actividades y tienes que ver la situación. Para ver un poco.

También en el tema de orientación laboral siempre tienes que estar ahí con ese… Vamos a ver dónde te puedo poner, y pues eso, poder ir a la biblioteca, informarles, ser un poco pesadas de “acordaros que en agosto el horario de la biblioteca es éste, que podéis ir con vuestros peques, que está el espacio”, que las conozcan ya la gente de la biblioteca, que ellos… Y entonces eso es súper importante por lo que decías tú, ¿no?, de los recursos también que hay en verano, que hay en todos estos sitios. Entonces también hemos ido a al Hemisfèric y a toda esta zona del río que está… Bueno, las piscinitas, piscinitas de pies, claro, que digo yo [risas]. Entonces, pues bueno, el hacer también como ése… explicar qué cosas hay, qué puedo usar, qué no, cómo puedo llegar, pues es también importante. Entonces, en espacios que sean chulos, ¿no?, porque al final es que es importante. Porque yo es verdad que he estado en sitios en los que dices, ostras, es que esto necesitaría unas manitas de pintura o no sé qué. Es como… “puedes hacer intervención o puedes atender a la gente de los barrios que están ahí un poco en situación en cualquier sitio”, pues no. Sitios cutres, no, por favor. O sea, es que es así, o sea, claro, yo he estado en sitios que dices “madre mía, por favor”. Pero es que es súper importante porque para poder hacer una atención digna y… es que el espacio dice mucho de cómo tú pasas a relacionarte, cómo tú vas a estar con esa otra persona. Aunque tú quieras hacer una muy buena intervención, pero si tú estás atendiendo en un sitio en el que la puerta se está cayendo o no tienes ningún sitio para poder atender a nivel individual de poder cerrar una puerta y poder decir, “oye, ¿qué te pasa? Que no sé qué”. Claro, entonces yo para mí el espacio hace. Está claro que no es todo, pero sí que… sí que hace y aquí se ve. O sea…

Además es que es… Es la queja que más he oído de menores tutelados: vamos a un centro y sí, hay cosas para nosotros, que está todo roto. Están los juguetes rotos…

Claro.

Les falta una pieza… Incluso siendo pequeñito, eso te da mucha información de qué están pensando de ti, ¿no?

Claro, “cualquier cosa vale”, pues no. Cualquier cosa no vale. Esto es así. El otro día pues a veces nos llama gente que con muy buena voluntad y todo esto te dice “es que tengo esto”. Y siempre… vale, ¿y cómo está? Ay… Digo: no. Digo: mira, nosotros ahora necesitamos una cocinita porque hay muchos peques y les gusta jugar y no sé qué, no sé cuántos. Pero es que tengo una tienda. Digo: ya, pero es que yo no quiero una tienda. O sea, yo no quiero un juguete de tienda. Lo que se necesita ahora mismo es esto. “No, pero tú lo reconviertes”. No. Y además no quiero cualquier cocinita. Claro, quiero una que esté fenomenal, que esté bien. Si puede ser nueva, mejor. Pero la quiero de una determinada manera, que sea de madera, que esté perfecta [40 min.]. Porque es así, no cualquier cosa vale y nos sirve. Porque al final eso también hace mucho, ¿no?, el tener… tienes ahí los cuentos y tener los cuentos ahí, eso, que están rotos, que ya las solapas no… Claro. Esto no puede ser. Claro.

¿Y cuánta gente tenéis? Ayer nos contabais cifras pero…

Pues mira, este año yo creo que 83-84 personas. No todo el mundo con el mismo nivel de atención, porque aquí hay gente que a lo mejor ha pasado por Mare, ahora ya están en otro momento, pero sí que necesita apoyo para el tema de gestiones o cuando salen las ayudas… que ahora mismo, como todo es por internet, pues tienes que tener Wi-Fi, tienes que tener datos… En el móvil es muy difícil hacer muchos trámites porque te pones a pinchar y a lo mejor pinchas lo de arriba o lo de abajo, no lo que quieres; tienes que tener escáner, porque casi todo te piden “y ahora nos mandas esto”, y hay que escanearlo o te tienes que hacer la fotito con el DNI al lado para demostrar que eres tú. Entonces, mucha gente hace uso de esa parte, de apoyo en gestiones y, por ejemplo, en cuanto sale la ayuda de alquiler del Ayuntamiento, nosotros lo mandamos por el WhatsApp, oye, si alguien necesita algo, puede venir. Entonces, hay una parte que es, pues esas personas que vienen sobre todo para gestiones, y luego hay otra parte que también que viene pues eso, a castellano, a cocina, gente que dice “pues avísame cuando vais a hacer toda la parte esta del Centro de Salud porque me interesa mucho”. Entonces ahí vamos teniendo mucha gente, la verdad es que sí.

Nos decías que tenéis como 18 nacionalidades.

Sí, 18 nacionalidades.

Es una riqueza increíble.

Hombre, claro. Es fabuloso. Claro. Es muy chulo porque al… Bueno, pero es que al final ésa es la realidad. O sea, estamos en una realidad en la que hay muchas nacionalidades, muchos idiomas, muchas posibilidades. Y entonces es importante, pues eso, que sea un espacio abierto y quien venga… pues nosotros todo a todo el mundo que llama a la puerta le hacemos la entrevista, le explicamos quiénes somos, qué es lo que ofrecemos. Siempre les preguntamos qué nos puedes ofrecer tú, pues por este tema, ¿no? Este año empezamos un grupo nuevo que fue castellano de imágenes, que no habíamos tenido hasta ahora. Porque llegaron muchas mujeres de origen pakistaní, pero que en sus países tampoco habían ido a la escuela. Entonces, ellas sabían urdu hablado y ya está. Muchas de ellas ya llevaban tiempo en España, pero no habían salido porque, bueno, son muy invisibles. Sí. Entonces, claro, fue un reto claro y yo dije, “Vamos a ver.” Claro, esto es complicado, porque yo no sé urdu.

Eso te iba a preguntar, ¿tenéis a alguien que hable urdu?

Claro, Entonces, una de las mujeres que fue la que trajo, yo le dije “mira, nosotras abrimos el espacio, pero necesitamos a alguien de vosotras que nos ayude”. O sea, en la clase tiene que haber alguien que nos pueda servir de esa traducción, de poder entender también a nivel cultural qué cosas están pasando dentro del aula, ¿no? Y entonces, pues por eso te decía, qué nos puedes ofrecer tú también. Hubo una persona que dijo “pues yo voy a venir” y ella viene dos… o sea, ella viene a su clase de castellano, pero luego viene dos días a la semana para ayudarnos en el castellano de imágenes, traducir y también ir un poco aprendiendo sobre esa cultura y esa forma de estar. Y entonces ha sido muy chulo, porque claro, éramos dos en… ese grupo sí que lo llevaba yo, y entonces estaba yo y luego estaba la otra maestra que era Sana. Entonces, muy chulo porque desde ahí hemos podido pues tener mucha riqueza. Y luego, claro, nosotras empezamos aquí y hay un efecto también llamada de… “oye, que podemos estar ahí” [45 min.]. Entonces, pues bueno, el grupo empezó siendo solo de Pakistán, luego también se unió otra mujer de Afganistán, luego otra mujer de Sierra Leona, que no tenía nada que ver, pero que, claro, por lo que decimos, o sea, en este espacio todas cabemos, desde el respeto, y entonces a partir de ahí pues también. Y entonces…

O sea, ¿el requisito para estar aquí es ser madres?

No, ser mujer.

Ser madre no es un requisito.

No.

Mujeres simplemente.

No, porque también por lo que te decía de que en un inicio la edad, o sea, normalmente o habitualmente venían mujeres en una etapa muy laboral, ¿vale? Pero ahora mismo nos estamos encontrando con mujeres de 60 años que están viniendo al proyecto, y también está siendo superrico, igual que con lo de esto, porque claro, son mujeres que a lo mejor han venido de otros países o que son de aquí, pero que no tienen una red o lo que necesitan no lo encuentran, y entonces vienen aquí y aquí encuentran red, encuentran comunidad, ¿no?, donde poder estar, donde… Y luego está muy chulo porque ellas también enseñan mucho. También podemos aprender mucho desde ahí, y entonces están muy, no sé, me parece ahí como superinteresante el que hayan de distintas edades, gente desde 17 años hasta una persona de 63 años que compartan espacio, que podamos aprender, ¿no? Y que muchas veces son unas manos amigas para poder coger a los bebés, porque ellas tienen muchas ganas. Y entonces, claro [risas], todo es… todo ayuda. Entonces, pues bueno…

¿Y Natzaret está peor que otros sitios o esto debería existir en todos los barrios?

A ver, yo pienso que debería haber. Pero también te digo con este tema que siempre sea una respuesta a lo que ocurre. O sea, no puede haber un… Para mí no puede haber algo estándar. Igual que Mare ha ido cambiando e irá cambiando, porque la realidad es cambiante, tener un espacio seguro donde poder estar es fundamental, ¿no? Y a partir de ahí donde poder tener pues esas actividades, esos talleres que te van nutriendo y que te van enriqueciendo y que van un poco pues eso, como las tres A: autoconocimiento autocuidado, empoderamiento… tener ahí autoestima; y poder ir pidiendo todos esos espacios, pero con tiempo, con tranquilidad… porque eso es importante, el poder tener tiempo de estar. Aquí a veces pues por ejemplo los martes por la tarde hay gente que venía y decía “¿puedo estar un rato?”, o “hasta las 4:30 no me toca recoger al peque, ¿me puedo quedar?”. Sí, claro. Ahí tienes. Puedes estar ahí tranquila, entonces eso es, vamos, para mí es una riqueza total.

O ahora, por ejemplo, en breve que estoy mirando…

Igual te estamos liando.

No, no, no, tranquila, tranquilo, que, por ejemplo, hay algunas mamás que nos han pedido si podían usar esta sala. Entonces, “hace mucho calor, no sé qué hacer con los peques…” y les hemos dicho “vosotras nos avisáis, venís” y entonces vienen, están aquí, ponen las colchonetas, están jugando como un espacio más en el que poder estar. Único requisito es: vosotras os hacéis cargo de todo y luego tal y como está se tiene que quedar. Y ya está, se puede usar la cocina, los baños, todo. Entonces eso es… O sea, yo creo que sí, pero teniendo en cuenta eso, que cada en cada sitio se tendría que hacer en función de lo que hay y de la realidad que hay, pero yo creo que sí que se debería de tener.

Y en verano, ¿cerráis?

A ver, nosotros ahora en el mes de julio sí que vamos a hacer algunas actividades familiares, como te decía, de mamás y peques, porque es un poco el objetivo y sí que ofrecemos el espacio pues eso de “oye, ¿me puedo acercar y estamos allí un rato jugando con el…?”, perfecto, pero es verdad que bajamos ya, bajamos ahí el ritmo porque es verdad que nuestro espacio está muy bien [50 min.], pero necesitaríamos como el triple para poder atender, porque vienen con los con los peques, entonces eso implica otra dinámica totalmente distinta. Entonces, ahí estamos, sí que nos estamos planteando de cara al curso que viene ver el tema de agosto o eso, pero por lo que te decía, ¿no?, porque nosotras también vamos viendo en función de las necesidades y de lo que va surgiendo. Entonces, pues eso, en julio hacemos esto un poquito de bajón también, pero vamos. Y luego, por ejemplo, para mí algo que ha sido, bueno, muy bonito dentro de… ha sido también la respuesta de las mujeres ante la situación de la Dana, que todas ellas querían de alguna manera poder colaborar porque algunas de ellas también habían vivido inundaciones en Colombia, en Perú, en todos estos sitios, situaciones, y entonces decían “ostras, y nosotras estamos aquí, ¿no vamos a hacer nada?”. Coger un autobús e irnos allí no era viable. También cada una, como yo digo, tiene ahí como su situación especial, pero sí que contactamos con uno de los coles de Massanassa, estuvimos hablando con ellos para ver de qué manera, y al final entre las mujeres de costura y el resto preparamos para los niños de ese cole de infantil pues unos saquitos que pusimos con un juego, como iban a tener que ir en autobús, compramos un juguete de éstos que se abren y se cierran, que Raquel estuvo pensando, a ver, un juguete que puedan estar, que les pueda relajar en el autobús, que no sé qué. Entonces, pues bueno, pues les hicimos ahí el saquito y luego pusimos un juguete, una cantimplora, un poco ahí también porque es verdad que había una necesidad muy importante y ellas eran muy conscientes de eso que había pasado y les había tocado mucho. Entonces, igual que al resto, o sea, todos como que nos… porque fue algo muy fuerte. Y sigue siéndolo, o sea que ahí está, ¿no? Y por ejemplo, Raquel estuvo haciendo grupo para poder hablar de eso y para poder ver cómo proteger también a los niños. Porque todo el tema de las imágenes, las pantallas, es… habían… es un tema como muy así, entonces, sí que estuvimos ahí también cómo trabajar eso desde aquí, desde Mare. Una de las opciones, o sea, uno de las actividades fue ésa, la de que ellas querían ayudar, querían ver cómo podían aportar su granito de arena y lo hicimos a través de ese cole, y luego también les hicimos las bolsas a las maestras, y todo eso, lo llevamos allí y luego el cómo trabajarlo a nivel de grupo y cómo proteger a la infancia de todas esas imágenes tan duras que iban llegando, ¿no? Porque nosotras sí que… tanto en los talleres de Raquel como en los espacios de los viernes sí que es importante el tema de trabajar el tema de las pantallas, porque es una realidad que es muy potente para todas las personas, y eso, entonces el tema de la protección de datos, protección de imagen. Ante cualquier… Nosotros sí que decimos, si tú quieres hacer una foto primero se lo tienes que preguntar a todo el mundo y decirle, o sea, no puedes subir “estamos preparando un taller de cocina” a tu TikTok o a tu YouTube o a tu no sé qué, porque aquí hay más personas, si solo sales tú únicamente pues tú como persona puedes tomar tus decisiones, pero si va a salir más gente tienes que preguntarle a todo el mundo, ¿no? Y eso, ir un poco trabajando el tema de los derechos de imagen de… un poco el peligro que tiene también cualquier cosa que subes a la red porque es verdad que vivimos en una sociedad en la que todo, todo ahí y no sabes qué va a pasar, entonces eso es importante [55 min.]. Porque a veces es verdad, vas por ahí, todo el mundo haciendo fotos, alguna vez que hemos ido alguna actividad afuera y claro, la gente dice, “ay, mira, qué variedad, ¿no?, ¿puedo hacer una foto?”. No. No, porque somos personas. Cada uno podemos decidir, pero es algo que lo vemos así como cuando estamos fuera de contexto, como hombre, claro, pero luego cuando estás en una situación la gente dice “uy, ¿y por qué no?” ¿Hola? Sí, sí, pero que es algo que es importante trabajar, ¿eh? El tema del derecho a la imagen y todo lo que se sube… Nosotros, eso, cada vez, porque además, sí que cuando entran está el tema de la protección de datos y protección de imagen, pero a pesar de eso nosotras siempre decimos “antes de hacer cualquier foto, nosotras vamos a preguntar”, porque puede ser que en un día tú digas “pues mira, no quiero” y que al otro día digas que sí o digas “mira yo sí, pero no quiero que salga mi bebé o no quiero que…”. Claro, en cualquier momento tú puedes cambiar de opinión. Porque eso es importante y también es dar ese… que tú tienes derecho a tu vida, a tu intimidad. Y porque tú seas muy bonica y muy maja, no tienes por qué… Claro. El poder decir que no también es algo que es importante trabajar y un poco educar en ese “te puedo decir que no y seguir siendo…”. Claro, pues es un tema complicado, ¿eh?, es un tema complicado porque, pues eso, ¿no?, el tema de los límites, de cómo yo protejo mi intimidad, pues… Y muchas veces nosotras nos encontramos con algunas personas que están tan acostumbradas a tener que contar su vida en tantos espacios y justificarse sin parar, que el que tú le digas “si no quieres no pasa nada”. O sea… Claro, pero están como tan habituadas que decir un no es como: ¿pero te vas a enfadar?; y yo: no, no me voy a enfadar. Porque cuando alguien te pregunta algo puede haber un sí, puede haber un no, un tal vez, y esto también es importante. Entonces, desde ahí por lo que hablábamos, lo del tema del respeto, el respeto también a poder decir que no. Y que ese “no” no significa que ya se cierra la puerta de Mare para ti. Claro, que son cosas a veces que son como muy lógicas, pero que se pierden en todos estos caminos complicados de intervención social, de… uf. Es muy complejo. Es complejo.

Yo creo que además hemos hablado de cosas, como que yo creo que está bien hablar de necesidades como más físicas y tal, pero esta parte como más ambiental, ¿no?, de lo acostumbrados que estamos a hacer un uso muchas veces racista de la imagen: o sea, resulta que los niños blancos no pueden salir en una foto porque tienen derechos del menor, pero si tú te vas a África puedes hacerte fotos con los niños, también son niños.

Claro. A ver, es que eso…. Pero es que escúchame, yo estaba alucinada porque el año pasado hicimos una formación de LOPIVI de la Ley de Protección de Datos de la Infancia y todo eso, ¿no?, y al mismo tiempo que nos estaban hablando, haciendo hincapié sobre el tema de la imagen, los niños, no sé qué, no sé cuántos, en el mismo PowerPoint estaba unos niños que así por poco visión, tú decías “esto es de Latinoamérica, o es de…”, y estaba la cara, o sea, toda la cara del niño y claro. Yo decía “eh… ¿hola?”. Claro. O sea, esto no puede ser, o sea, tú no me puedes estar hablando de los derechos de imagen y luego porque queda bien, ¿no?…

Imágenes genéricas, pero bueno, son personas.

Claro. Entonces, pero es verdad que eso es… Sí, sí, sí [60 min.]. Y a veces pues eso, ¿no?, cuando pides subvenciones o cualquier cosa, enseguida te piden “bueno, una foto”. Pues una foto de espaldas.

Claro, hombre, por favor.

Claro. “Ay, pero no tenéis ninguna foto…”. No. Falta mucha, mucha educación en ese sentido. Porque da la sensación de que te den fondos o que no sé qué, que ya como que abres tu casa y tienen derecho a… Claro. Entonces es complicado, ¿eh?, poner ese límite y marcarlo de “esto es una línea roja y por ahí no pasamos”.

Sí, acostumbrarse a ejercer también ese derecho.

Claro.

O sea, yo soy maestra en Magisterio y una cosa que me enteré este año que no sabía es que las familias musulmanas pueden pedir que no… o sea, pueden pedir, tienen derecho a pedir, aunque no tendría por qué hacer falta que lo pidan, pero tienen derecho a pedir que no les pongan exámenes a los niños en los días de las festividades religiosas.

Claro.

Y eso es un derecho del BOE. Y los maestros dicen que no. Y les ponen en la Selectivida,d ponen todo en esas fechas. Pero claro, si tú no sabes que tienes ese derecho… Con lo difícil que es que salga un derecho en el BOE, pero es igual, si no lo conoces…

No, no, así es, es una pasada, yo por ejemplo en el cole de mis hijos: “¿y por qué tiene que haber menú halal?”. ¿Hola? No, pero que es que hay cosas… “pues si vienen pues que se integren”. Yo digo “eh, hola, vamos a ver…”, sí, sí, pero que quiero decir que es que nos falta mucho como sociedad. Falta mucho y a veces es verdad que yo lo digo, que nos quedamos un poco en la realidad Instagram, ¿no?, o sea, en la foto, la imagen y no bajamos hacia abajo, no hay discurso hacia… Bueno, pues vamos a reflexionar qué es lo que estamos diciendo, qué es lo que ponen en el papel, los objetivos, las metas, los proyectos, todo esto tan bonito que… el papel es como muy sufrido, tú puedes poner en el papel todo lo que quieras. Claro, pero luego todo eso llevarlo a la realidad y hacer hincapié, ¿no? Es que es lo que tú decías, ¿no?, hay una parte muy importante de que la gente pueda ejercer sus derechos, que los conozca y que sepa que están ahí para poder cumplirlos, o sea, yo tengo derecho a la asistencia sanitaria, pues me tienen que atender. Claro. Pero que es curioso porque es como ahí de… sabemos cuatro cosas y con esas funcionamos, pero luego en realidad hay un montón de posibilidades, que hay pero que no se ejercen porque no se saben, ¿no?, o no sabes cómo hacerlas. El otro día me estaban diciendo que debido a la situación tan crítica que hay con el tema de Servicios Sociales y todo esto que hay en un centro municipal que ahora no están dando ya citas porque no hay personal para poder… y claro, yo decía “bueno, pues entonces habrá que decirle a la gente que puede poner una reclamación, que puede hacer todo eso”. Pero claro, al final, a ver, yo tampoco, no estamos acostumbrados a participar, a poner reclamaciones a… todo eso, no se educa en eso.

Extracte de l’entrevista

Fitxa de la publicació

Títol
Amparo López, Projecte Mare
Nom / cognoms
Amparo López, treballadora social del Projecte Mare
Data i lloc de l’entrevista Dijous 26 de juny de 2025, a la seu de Mare
Temàtiques veïnat
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar)
Publicació en Natzaretpèdia  Dimecres 1 d’octubre de 2025
Enllaç https://youtu.be/6dgZV9ybVs4
Extracte  https://youtu.be/OGClqYfM-3U
PDF

0 respostes

Deixa una resposta

Vols unir-te a la conversa?
No dubtis a contribuir!

Deixa un comentari

L'adreça electrònica no es publicarà. Els camps necessaris estan marcats amb *