Nom/Cognom Jaume Cort Aznárez
Títol  Jaume Cort, urbanisme, humanisme i militància
Any de naixement 1950
Temàtiques veïnat, Periòdic Natzaret
Data i lloc de l’entrevista  Dijous 4 de maig de 2023, casa de l’entrevistat
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar)
Enllaç  https://youtu.be/tDzBur2ZIig
Extracte  https://youtu.be/UULXKy-OEyc
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“L’entrevistador entrevistat”: durant prop de vint anys, Jaume Cort va ser entrevistador en la secció “Charlando en la calle” de l’enyorat periòdic Natzaret, i també en Radio Natzaret [com a mostra podeu escoltar la seua entrevista a Vicent Martí en el programa “Directo al Hombre” (ca. 1986-1990), dins de la publicació Biografia i homenatge a Vicent Martí Igual (Natzaret, 10/12/1931-28/01/2021)]. Jaume Cort era Oriano Corllaci (i altres àlies), però a més, com es pot llegir més avall, és un arquitecte i urbanista enamorat de Natzaret, militant en l’Associació de Veïnes i Veïns i en altres causes.

A nosaltres ens ha pogut la temptació de conèixer i entrevistar al nostre il·lustre precedent, per parlar d’aquell material però també de la seua història de vida, i descobrir el seu punt de vista sobre l’arquitectura i l’urbanisme al nostre barri.

Humanament podem dir que Jaume és una persona molt propera, que manté la seua curiositat i la seua sensibilitat intacta, y amb qui confiem seguir xarrant en moltes ocasions.

Sinopsi

Jaume Cort Aznárez (1950), arquitecte i urbanista establert a Natzaret des dels anys 70, ens parla del seu ofici, de la vida i de la militància al nostre barri.

Transcripció

Ostras, hoy me he dado cuenta de que se me habían olvidado muchas entrevista que hice. Yo no me acordaba de tantas, la verdad. Pero hoy he visto… casi todos los números, ¿no? A partir del número 8.

Bueno, en el número dos. En el número dos ya existe “Charlando en la calle”, lo que no sé si eres tú.

No, no soy yo. Empezó… el nombre del eso estaba ya, lo heredé.

Vale, el primero es… en el número dos es “Cadernera”.

Sí, pues eso no, no soy yo. Yo soy Jaime primero, el primero que firmo, que creo que es en el ocho, era Oriano Corllaci, pero también alguna vez salió Jaume Corllaci, al principio. Y Jaume también tengo una entrevista que creo que pone Jaume. Que es con la que empecé, creo.

¿“M. del Castillejo” no eres tú tampoco?

No, tampoco. Y hubo… alguna vez que no podría, me imagino.

Es al principio también.

Es que al principio éramos, o sea, yo no había… no me había centrado, andábamos… éramos el grupo un poco que estábamos, nos reuníamos en la Asociación de Vecinos y ahí montábamos un poco el tinglado. Hacíamos… bueno, supongo que os habrán contado —¿habéis hablado con alguno más?— cómo funcionaba: nos distribuíamos las faenas y entonces yo al ser de profesión arquitecto pues ya centré… además yo vine a este barrio precisamente por esa historia.

Eso queríamos preguntarte: cómo aterrizas aquí…

Bueno, pues entonces no… me vais a hacer preguntillas, ¿no?

…y por otra parte nos interesa mucho toda esta cosa del “Charlando en la calle”. Porque es parte de lo que hacemos nosotros también. “Charlando en la calle” nos daba la impresión de que tiene suficiente entidad como para hacer una publicación aparte: mucha gente, desde el año 82…

Sí, puede ser, sí. Sí, porque, la verdad, y además eran personas muy de aquí y muy vinculadas… De hecho, una de las personas que sí que me he acordado siempre de ella —en general me acuerdo de casi todos, no de todos pero sí— era una persona que se llamaba Milagros. Ahora ya me acuerdo más porque iba con el carro y con los cartones…

Con los cartones, que tenía un hijo en la cárcel…

Sí, o sea, una persona que le hice esa entrevista y me dejó bastante tocado, ¿sabes? Porque… no, tocado quiero decir que…. y además eso… Y otras personas, pero bueno, ha sido gente muy del pueblo. Y eso sí que tiene una tónica general bastante… Después empecé ya un poco… bueno, empezó: se iban acabando [risses], a meternos ya con gente un poco más… el presidente del Club Atlético Natzaret, pero todos siempre vinculados con Natzaret: los médicos también. Médicos creo que cogí a dos. Este último —que ahora es mi médico además, ha sido, porque yo… Uno era ¿[Fernando] Morais? Que solo su hijo hizo una película… ¿no la habéis visto? Aquí en Natzaret, creo, por la zona de la Punta [es referix a la pel·lícula “Los chicos del puerto” d’Alberto Morais]. El hijo de Morais hizo, sí, no sé si era documental o… Eso apúntatelo porque es un dato interesante. Es un hombre que… y el Morais era un tío… lo que pasa que murió bastante… recién jubilado, creo, o antes de jubilarse… Pero era un médico… En aquella época el Centro de Salud era gente muy buena, ¿sabes? Ahora supongo que también serán buenos, pero en aquella época empezaron a hacer el tipo de Medicina que la tenían muy controlado a todos. Era más políticamente muy… es que claro, ha cambiado mucho el tiempo. Vosotros no conocisteis aquella… Veníamos después del franquismo y todo el mundo, prácticamente el cien por cien de la gente que era esto éramos gente luchadora, antifranquista.

Tú eres Jaume…

…Cort Aznárez. Mi madre es Navarra y mi padre valenciano. Y entonces, bueno, de familia… bien, familia burguesa de Valencia. Mi abuelo fue presidente de la Diputación, ingeniero, Rafael Cort Álvarez[1], un tío que marcaba… Mi padre [Rafael Cort Pérez-Caballero] fue catedrático de la Escuela de Peritos Industriales. En el Antiguo Reino de Valencia, ahí estaba. Y entonces una familia culturalmente para mí muy interesante. Y bien, o sea, con todas las dificultades [risses], que he ido puliendo, gracias a Dios, porque todos vamos puliendo en la vida, ¿no? Nuestras estas, nuestras historias, pero bien, contento de mi educación y tal, o sea, de haber estado en ese ambiente. Además, era, me acuerdo… esto no sé a qué venía a cuento, porque tampoco tengo que contar cosas de mi vida, [5 min.] me imagino, solamente a lo mejor más vinculadas con el barrio. Pero me acuerdo que vivíamos todos en una finca de mi abuelo, primos y todos, o sea mi abuelo, claro, tenían dinero, no era una cosa… Bueno, no eran… yo siempre he dicho que si hubiera sido del campo hubiera estado muchísimo mejor, porque hubiera tenido el campo, con todo el desarrollo urbanístico, bueno hubiera tenido que plantearlo… bueno, moralmente o éticamente. Pero mi abuelo sí, era eso, pero quiero decir que justo eran seis hijos, ellos, después [inintel·ligible], pero bueno, de jóvenes vivíamos, de niños, en la misma finca, en la calle del Mar, una finca en la calle del Mar, y era todos, todos los primos, éramos muchos primos, once o doce primos. Teníamos… bueno, una infancia de lo más feliz para mí. O sea, que… En serio, ¿eh?, lo pasé francamente bien. Después me metí en la Escuela de Arquitectura, y entonces en la Escuela de Arquitectura sí que era… a pesar de ser… porque había muy poca gente, aunque había becas y cosas de esas, pero en la carrera de Arquitectura… muy pocas mujeres, ¿no? En aquella época yo creo que en mi curso había… que acabaran la carrera dos o tres. Sí, era… el elemento femenino era mínimo, y gente toda en general de posibilidades. O sea, de posibilidades de poder mantenerte… Había becas también, ¿eh?, yo me acuerdo que… claro, nosotros éramos seis hermanos también, aparte, ¿no? Y teníamos becas para estudiar. En la etapa esta franquista sí que está bastante organizado el tema ése. O sea, era otro mundo, pero era… Y entonces estábamos todos bastante radicalizados, no radicales de… sino políticamente comprometidos y socialmente comprometidos y éticamente comprometidos, es decir, acabábamos la carrera y sabíamos que no éramos arquitectos… El concepto ése lo teníamos claro, teníamos que devolver a la sociedad lo que nos había dado la sociedad. O sea, no es como… yo creo que ahora ha cambiado mucho también. Ahora es mucho más “tú” y “yo”, el yo de uno, cada uno no es… Yo, hombre, gracias porque yo he estudiado, no se hacen análisis de tipo… y eso es lo que me hizo venir aquí a Natzaret con un grupo de amigos. Acabamos la carrera, dos de Bilbao: Galdós se llamaban, dos hermanos de Bilbao. Otro que era de Játiva, que no me acuerdo del nombre, y empezamos a colaborar con la gente de la Asociación.

Esto fue ya, entonces, la Asociación a partir del año 77 o por ahí.

Sí, yo es que vine… Sí, yo es que acabé la carrera en el 76.

Nos ha sorprendido un poco, leyéndote también en [en el periòdic] Natzaret y en otros sitios que hemos pillado por ahí, tu interés por el Urbanismo, porque no siempre a los arquitectos les interesa el Urbanismo. A veces hemos encontrado gente que hacía su parcela, su casa, pero como si estuviera en medio de la nada, como que no hay calles. Entonces ha sido muy interesante ver tu interés por el Urbanismo y cómo desarrollas sobre el tema.

Sí, de hecho he tenido la suerte de hacer varios proyectos urbanísticos en Natzaret, que ha sido siempre, pues el M-6 Diferido, que era desde la calle de aquí detrás hasta prácticamente el cuartel de la Guardia Civil, creo, o sea, esa parte central era… lo dejó diferido el Plan General aprobado, que creo que es el del 87, no sé, que es más antiguo que la tos, pero que sigue estando vigente, tú. Os habrán hablado del M-10, esto que van a hacer ahora nuevo. Yo creo que no vale hacer planes que no sirven, tardan tanto tiempo, hay tantas instituciones que tienen que entrar que al final para cuando está aprobado ya ha cambiado todo.

Y entonces sí, hice ese plan M-6 Diferido que no lo quería hacer nadie, porque encima, claro, todo va en función del dinero y esas cosas, y entonces, al estar en la Asociación me propusieron, porque estaba ahí sin hacer, y fue… Además, fue un trabajo muy bonito para mí, lo hice con mi compañero Juan Carlos, que ya estábamos juntos entonces —bueno, que se murió de accidente y ya me quedé solo—, y con un arquitecto joven que en aquel momento estaba, Antonio Martínez, que en aquel momento empezaba un poco y vino… Bueno, nos recorrimos todas las calles, fotografiamos toda la zona… Y después hicimos un trabajo de… que en aquella época era bastante difícil. Bueno, bastante, que no se hacía mucho, que era el de participación, en el pueblo. Y llegamos… Antonio Martínez venía un día a la semana, se quedaba en el Centro Social [10 min.] y entonces iban los que estaban… se les dio a todos los que estaban, a todos los vecinos, que teníamos el catastral, se les citaba para que supieran lo que podían hacer y protestar de lo que no querían hacer. Bueno, mortífero, por cierto, también porque, joder, no se ponían de acuerdo nadie. Además todo eran cuestiones de tipo… claro, de las calles. En realidad era un proyecto bastante sencillo porque era alinear las alineaciones esto. Yo les puse muchas aceras muy anchas porque tenía el concepto de que… bueno, me pusieron a caldo de cultivo porque estreché todas las calles. Y bueno, un lío [risses]. No, pero fue duro, ¿eh? O sea, porque la gente, además muchos estaban asociados a la Asociación de Vecinos. No se podían creer que… “joder, tú…”, y eran cosas muy personales, también. Sus casas y si tenían que ceder…. pues había que cambiar la línea por huevos. Que creían claro. La de las alturas… También se mantuvo porque además era una de las cosas que era fundamental para mí y entonces las viviendas esas que están en primera línea, esas torrecitas que hay de… todas esas están fuera, siguen fuera de ordenación. Que quiere decir que no puedes hacer nada… bueno, las reformas y las cosas se ponen muy crudas, aluminosis puede ser que sí, però… Quiere decir que no puedes… que te quedas con las dos alturas que tiene la previsión. En el caso de que quisieras… Bueno, son putaetas urbanísticas [risses]. Bueno, no me río porque… no, es un tema complejo.

Si quieres volvemos a cuando llegaste a Natzaret. ¿Tú conocías el barrio ya?

Bueno, conocí al barrio con la Escuela de Arquitectura, era una de las… urbanística, por eso me gustó también, me gustaba el urbanismo porque es más interesante que la vivienda en sí, creo. Bueno, la vivienda también es interesante a nivel de bloques, de sociales, de experiencias de este tipo, es muy interesante. Pero vivienda por vivienda solo no, no tiene tampoco mucho sentido, es más una cosa egocéntrica, más de ego. De demostrar. De hecho, cuando ves los… esto es desmoralizante, ves como cada uno ha querido hacer… Bien, pues entonces me gustó el lugar porque sabíamos que estaba… Natzaret estaba en una muy mala situación urbanística, tenía el Puerto, que ya se intuía que iba a ser una catástrofe, y después, en la parte de atrás, donde está el M-6… estos bloques que han hecho ahora que no me acuerdo cómo se llama el plan de eso… Bueno, bien, no tiene más… pero está todo esto… Moreras, no sé qué, no sé. Pues todo eso era zona industrial, y entonces estaba encajonado, sólo tenía salida por el cauce de aquí, el nuevo, estaban… y por el Puente de Astilleros, y era como pueblo, y encajonado además entre dos zonas industriales que lo fastidiaban bastante. Entonces ya vinimos y yo creo que la primera actuación que hicimos con este grupo de amigos, éramos cuatro, es en el antiguo cine, y en aquel cine hicimos una primera exposición para la gente del barrio y para la Asociación. Ahí es cuando conocí a… bueno, ya les había conocido antes porque me acerqué a la Asociación y todo este rollo un poco. Y ya nos casamos y tal, y ya vinimos y nos metimos en la Asociación. Gente además… una experiencia muy interesante, tú, porque era gente que no estaban, no estaba… El movimiento ciudadano estaba dominado por los partidos, los que iban a salir por los partidos, estaban todos ilegalizados, pero estaban en el… o sea, estaba el Partido Comunista, todos los partidos… Y eran todos los que estaban en las asociaciones, pero en esta concretamente… yo no tengo nada contra eso, me parece muy bien además, pero en esta concretamente era… había gente del PSOE y gente del PC y todo eso. Bueno de los que después estaban ahí, pero era gente más de tipo… no sé si lo habrán comentado, un núcleo de gente cristiana. Que estaban ahí, y entonces cuando vino la democracia, que se formalizaron ya los partidos, claro, el movimiento ciudadano perdió mucha fuerza. Aquí no, la asociación concretamente ésta aguantó bastante por esa… porque, aunque los partidos ya tenían sus historias y no necesitaban el movimiento ciudadano, pues nosotros seguimos trabajando y ya teníamos mucha…

Desde luego Natzaret es un hito.

Es un hito, pero yo creo que fue fundamentalmente por eso. [15 min.] Porque sí, sí, bueno, yo es que he estado trabajando mucho también de funcionamiento ciudadano. Gracias a… Después conocí a Marcial Martínez, que fundó la Federación….

Claro, tú eres además el que hacía en el periódico Natzaret la sección “Movimiento Ciudadano”.

No, no, no era yo, no.

Pero sí está firmado a veces como “Jaume Cort” y a veces como “Oriano Corllaci”.

Sí, sí, bueno, es que ahí éramos todos un poco, ¿no?, y entonces quiero decirte que éramos… estaba Damià, estaba Ramón, Julio, Maite, éramos un poco siempre… y después vinieron gente más joven. Y entonces nos repartíamos las faenas.

Ah, entonces “Oriano Corllaci” era un nombre múltiple, a veces podía ser otra persona.

Podía ser otra persona, pero normalmente… Nosotros, me he apuntado porque me acuerdo y además había por ejemplo de los esto, Damià, que se llamaba… firmaba mucho como… —a ver, aquí lo tengo— como “Pepet de Alboraya”, y también a veces “Ros de Malp” o algo así. Sí, él también es él. Julio como “Toni Belenguer”: “Toni” porque es Julio Antón, y “Berenguer” porque es su segundo apellido. Después yo ponía eso, pero a veces no era necesariamente… pero en general sí que llevábamos nuestros… Si alguna vez firmaba, o sea, o ponía “Corllaci” era porque habíamos hecho el… o sea, querían que saliera “Corllaci”. Y entonces porque además si era cuestión urbanística o de tipo de eso, pues ya era un poco la faena. Esto pasaba, como pasaba en los movimientos… no, pero no por eso era, como pasaba en los movimientos voluntaristas, como siempre ha pasado, que en las reuniones de esto si abres la boca… el que abre la boca ya te… tenías la ayuda de todos, pero entonces esto ha sido una de las cosas que también… [risses] Nosotros como en aquella época la Escuela funcionábamos comunalmente también… Bueno, muy grupalmente. Pues estábamos acostumbrados, hacíamos reuniones… de hecho cuando acabamos la carrera empezamos a trabajar y éramos siete arquitectos en un piso que alquilamos. Cuatro aparejadores. No sé cómo cabíamos, estábamos como… con las mesas y todo. Y hacíamos… para hacer la primera vivienda que hicimos, que fue en Nules, una vivienda unifamiliar de un chaval, de un arquitecto que era de Nules, un compañero, Montoliu, que sacó él porque bueno conocía, al ser de Nules tenía más posibilidades. Claro, aquí en Valencia no te comías una rosca, ¿sabes? Pero claro, lo hacíamos entre todos, hacíamos… aparte de las discusiones, pero había que repartir, lo hacíamos todo ahí dentro, hacíamos de delineantes y de todo, pero claro, al final, al repartir…

Al trabajar siempre… el equipo éramos tres, al final Juan se marchó a Nules, porque era de allí, y entonces Castellón y tal le venía mucho mejor, pero fue una separación muy buena, vamos, no tuvo ningún problema con nosotros, de hecho colaboramos después en varios proyectos de él en Castellón, pero… Y después nos quedamos Juan Carlos y yo. Cuando Juan Carlos se murió, que es cuando me quedé más solo que la una, como había estado trabajando siempre en equipo, pasé un proceso fuerte de… sí, del estar solo, estar acostumbrado a estar siempre… pues me costó, la verdad, pasé una crisis fuerte de… Y entonces tuve que seguir trabajando solo. Por eso también estuve gracias a que estaba en este barrio, porque la soledad era la profesional que tenía al despacho que tenía con Juan Carlos más, pero aquí estaba bien, vinculado con… tenía mucho trabajo. No tan de esto, pero sí de trabajar en la Asociación con el urbanismo [risses].

Os voy a contar una anécdota, que es una de las cosas que me gustaban cuando había aquí las reuniones, cuando eran de urbanismo, en la primera etapa con el PSOE, bueno, y después. Pues íbamos, gente de la Asociación, íbamos. Julio de la Comisión de urbanismo, alguno más, y yo. Y bueno, dos o tres más. Y entonces nunca eso, hasta que… y toda la reunión, siempre todos los… esto aparecían por ahí los asesores, los tal… Y entonces cuando al final que, siempre lo decía Julio, cuando ya empezaba la cosa a calentarse [20 min.] decía, “bueno, oye, sí, pero es que Jaime tiene la titulación de urbanista y es arquitecto”; oye, era el cambio radical. Sí, sí, sí porque estos estaban acostumbrados a tratar con gente que… Y eso les daba… y a mí me gustaba mucho hacer ese papel.

En aquella época se hacía esto de calles, había un encargado de calles, hacían reuniones en la calle. Y yo estaba alucinando, se creía en esto de abajo arriba y la democracia participativa y que entonces… y se pensaba en la utopía de que se podían elegir por distritos o por calles a personas presentadas, elegidas por su gente, y todo esto hasta el alcalde, o sea, en vez de al revés. Claro, no se llegó nunca a conseguir, pero sí que se hacía el esfuerzo. Era un esfuerzo duro, ¿eh?, no te creas. Porque claro, ahora ya es muy difícil, ¿no? Supongo. Ahora es muy difícil.

Porque además ha cambiado… Yo, por ejemplo, soy optimista, a pesar de todo lo que está pasando, que, bueno, todo lo que ha pasado con el 15M y todo esto, que es la utilización de las técnicas… Porque lo que tienen las cosas que te han funcionado es que van pasando los años y no cambias, estás… Nosotros me acuerdo de cuando hicieron… aquí vino mucha gente del 15M, jóvenes, sobre todo, y nosotros nos propusimos no intervenir, porque claro, intervienes y a lo mejor empiezas a manipular… No es manipular, porque no lo haces con… pero a dirigir un poco. Bueno, pues al final el modelo que teníamos, que era el modelo de… el nuestro, el de la Asociación, que era comisiones: comisión de urbanismo, comisión… es el que… sin intervenir mucho, pero al final es el que cuando… nos tocaba ya; como era nuestro modelo organizativo era el que queríamos… no imponer, pero… y no, claro, no funcionó. De hecho, los chavales que venían dejaron de venir porque el [risses] muermo de las reuniones asociativas. Claro, hay que tener mucho cuajo y aguante. De hecho yo ya no aguanto. Porque la verdad, el movimiento éste vuelvo a decir, mucho se ha aguantado porque… reunión a las siete, y había que estar hasta las nueve y media por narices. Pero era muy bonito, muy bonito. Colaboramos ahí con… Hubo una etapa… claro, cada domingo mi mujer a veces se venía conmigo, pero estaba hasta el gorro, porque nos íbamos… Con la Federación, claro, iba con Marcial y teníamos… cogíamos los domingos a una asociación pues de Alicante, de tal, de pueblecitos, y hacerles ahí, eso, intentar resolverles problemas que tenían. Y que tal, urbanísticamente. Sí, sí, sí. Ahora me estoy acordando y digo “uy, ¿cómo es posible?” [risses]. Ahora no puedo ni de aquí a la puerta… Pero había un ambiente muy agradable.

Pero entonces es cuando construisteis la Federación de Asociaciones.

La Federación de Valencia, sí. Y después se construyó la FACOVA. Yo estuve con Marcial, con Marcial el presidente de la Federación de… Valenciana en Madrid. Y sí, sí. Y la Federación… lo que pasa que después, por ejemplo, la FAECOA, la Federación FAVECOA, la de toda España, creo que está el mismo presidente de cuando se montó, o sea que es un tío del partido. El otro día vi en la televisión, o hace unos meses, y salía, porque no sale para nada ya ni siquiera noticias del movimiento ciudadano global. Sale alguna vez de la Federación, pero muy poquito también, y ya te digo, es el mismo tío, que era un tío del PSOE que se quedó. Claro, los partidos coparon mucho, ¿eh? Bueno, más fácil también para… Y de hecho al final prácticamente las… quitando las asociaciones hacen una labor de buscar un poco los semáforos, los bordillos, los bancos, una labor muy… que teóricamente ya con la democracia debía estar totalmente eso…

Bueno, esta asociación sigue con un ritmo muy interesante. No todas pueden…

Sí, está, sigue, sí, y parece que hay gente joven que va aguantando y tal y se están adaptando bastante bien. Y sí, sí, esto es… da esperanza para el futuro y van a su rollo. Hay que dejar que… que cuesta mucho, ¿eh? Dejar porque te vas. [25 min.] Claro, te vas adaptando. Y entonces la eficacia es… bueno, nosotros hemos tenido unas discusiones grandes. Bueno, discusiones de discutir, no de… que la palabra “discusión” parece no de discutir conceptos sobre… es complejo, eso de la eficacia al final, si tienes que ir resolviendo cosas pues a lo mejor… De hecho, tuve una experiencia también muy interesante, que no sé si sabéis y era que fue cuando… Se hizo… vinieron dos chavales que son ingenieros, que son gemelos, no me acuerdo ahora cómo se llaman, y entonces trataron de hacer un planteamiento… yo les vi, claro, yo me los… bueno, no sólo eran ellos sino el planeamiento urbanístico, que planteaban una solución que además la grafiaron, muy interesante y que además la lanzaron… Bueno, hicimos aquí una exposición en el centro del Salón de Ancianos, los paneles los hicieron prácticamente ellos todo, pero dieron una solución muy interesante de unir el cauce antiguo con el nuevo y hacer una barrera entre el puerto y Natzaret, como una especie de río-playa. Que estaba… sí, sí, muy interesante, pero no llegó a fructificar porque era como una… iban muy por libre también, ¿sabes? Y bueno, pues a veces eso de la eficacia, el tal, las cosas de… claro, supongo que querrían… ellos también tendrían su… porque trabajaron mucho. De hecho, tú, hicimos aquí una… aparte de la exposición, dentro de esa exposición, unas charlas que vinieron Dolç, Carles Dolç, Rafa Rivera, el Olmos, toda la pandilla de gente que estaba muy vinculada con… porque hacían virguerías, ¿eh? Y les gustó muchísimo, y de hecho estuvimos a punto de presentarlo en el Colegio, exponerlo en el Salón, también. La exposición del Colegio de Arquitectos… Pero al final yo no sé exactamente qué pasó.

Hemos estado estudiándonos el periódico Natzaret y hay muchas cosas tuyas. Hay, al principio —supongo que son tuyas—, hay un par de relatos.

Hice… yo escribo mucho, también. Lo que pasa que…

Son muy simpáticos.

Sí, sí, tengo mucha… Lo que pasa que no, no. Tengo ahí el ordenador lleno de escritos y de cosas, sí hombre. Tengo uno… empecé a hacer uno personal…

Como Jaume Cort aparecen pasatiempos, ¿es posible que hicieras en algún momento, al principio…?

Pues puede ser. También hice tiras cómicas, también. Algunas de las de Natzaret hay. Me he acordado ahora que he visto, o sea… Una especie de… Un dibujo bastante chulete, me ha gustado, de Jaume I con el caballo que pone “no sé qué de a fer la mà”, bueno, lo que era el chiste en sí no es nada gracioso, me parece pero está [inintel·ligible], y alguna tira que aparecía Lizondo por ahí cuando nos quería tirar. Alguno de esos era mío. Y muchos dibujos sí. Y el proyecto de aquí también, el de las Casitas de Papel, claro. Ése fue un proyecto porque me propusieron… Esto de la cochería que estaba… joder, no me acuerdo ahora del nombre, en aquel momento era… No era el conseller, pero vamos, el que estaba en urbanismo, el cabeza, que era un arquitecto y había estudiado conmigo. Y era con el PSOE, y era un tío… Y entonces me quiso meter en una cosa de controlar, bueno, de hacer todo el planeamiento de… no era de M-6 sino de una cosa, de un estudio urbanístico, bueno, pero sí, pero sí era urbanístico, pero más de tipo de cositas que… “de altura de no sé qué”… Bueno y entonces me dijo: “¿tú quieres hacerlo? —Y yo le dije: sí, bueno, está bien”, con mi equipo que tenía entonces, con Carlos y con Antonio. Y la cosa es que empezó la cosa al cabo de dos o tres semanas, tú, ya me empezaba la cosa a derivar en que me exigía… o sea que no estaba yo de acuerdo en lo que inicialmente habíamos hablado, y entonces veía que no estábamos… que yo no estaba de acuerdo, pero no estaba de acuerdo porque veía que no era lo que habíamos planteado desde la Asociación. En aquella época eso funcionaba así, lo planté a la Asociación… y me dijeron “pues oye, di que no, ¿no?”. Y es que me siento muy violento porque vamos a llegar a la final que voy a estar en contra un poco de lo que estáis planteando vosotros y voy siguiendo las esto de éstas. [30 min.] Y entonces, pues nada, renuncié y pusieron a un chaval que no me acuerdo ahora cómo se llama, bastante —bueno, yo ahí era joven también entonces—más joven, que se encargó de todo ese rollo. Y entonces este tío se quedó… bueno, más que amistad, porque en realidad en la Escuela no habíamos tenido amistad mucho, porque no tenías mucho tiempo tampoco, sabes, no era una cosa de… Pues le gustó lo que era la presentación y, bueno, y después de eso, conocernos… Natzaret también, porque Natzaret ha tenido y me dijo, “oye, me ha parecido bien, porque además que no hayas querido hacer esto, pero me gustaría que hicieras la vivienda pública de esto, del proyecto de vivienda pública. Y bueno, pues en aquella época se ha funcionado así, ¿sabes? Yo no sé si es legal o no és legal que tenga… Pueden elegir al equipo que quieran. Bueno, hizo el proyecto, y era un proyecto precioso, era el bloquecito que se ha hecho y después todo viviendas unifamiliares, así en… cara al mar, o sea, planta de 2 alturas y una altura de garaje, y entonces la siguiente hilera era al revés para que tuvieran una buena orientación… bueno, muy interesante, conseguimos la licencia y todo, se hizo de todo, porque eran setenta y dos viviendas, las veintiuna que hay en el bloque de tres alturas y después las demás unifamiliares. Y se hizo el bloque, pero ya se quedó la cosa de la administración sin dinero. El IVVSA [Instituto Valenciano de Vivienda] era, dependía del IVVSA. Y ya no hicieron el resto, y está todo lleno de basureros, los dejan en el solar ése. Además era un proyecto bastante interesante porque tenía después… el paso ese que hay, que ha quedado, era todo un camino verde, que iba de norte a sur, bueno, de este a oeste, perdón. Y estaba de manera interesante, y fue un proyecto… y me quedé un poquito con la… me he quedado con la espinita clavada, porque hubiera sido… eso que está sin acabar una cosa, porque además de las Casitas de Papel hay para contar… Y eso que era la administración… control de… quiero decir que el movimiento ciudadano… la Asociación tuvo bastante control del tema, un seguimiento fuerte del proyecto. Pero es muy difícil, esto es muy difícil, la verdad. Estar dentro de la administración, yo no les quiero… con esto no quiero… Que para eso te metes, quiero decir, tienes que… Claro, si te metes sólo para cobrar, pues evidentemente entonces cobras mil veces más que cualquiera, haciendo lo mismo en otro lado casi. Pero es complejo, ¿eh?

Tú hiciste también el Centre de Dia de Natzaret.

Sí, el Centre de Dia y la escuela de obra pública que hice, este las viviendas éstas que está inacabado. El Centro de Día de Natzaret, que iba a ser primero centro de ancianos, para dormir. Después se cambió el proyecto y se ha hecho lo que al final es. Hice la ampliación del Ausiàs March, que es el trozo de las aulas que dan a la fachada y la cocina y el comedor. Bueno y reforma interior también. No sé si he hecho alguno más. De público no. Y después casitas he hecho muchas, a todos. A Maite, tal, a su cuñada, el otro… a Filo, las reformas…

Que, por cierto, el Centro de Música fue otro proyecto de la Asociación de Vecinos. Yo toqué la tuba. Hombre, yo he tocado la tuba y todo, ahora todavía soy de la Junta Directiva, pero ya no pudo ir… a aguantar… [risses]. Pero he tocado la tuba, empecé con el clarinete. Tengo los dos hijos, uno toca el bombardino muy bien y el otro el clarinete. Es el clarinete de la banda, y mis dos nietos van al esto, a clases infantiles de música, sí. Intentando a ver qué continúa la cosa. Hombre, eso ha sido un proyecto también…

Muy bonito, muy bonito. Un aglutinante precioso.

Claro, la Asociación ha tenido esa esa visión, que al no estar dominada… bueno, yo siempre lo achaco… a lo mejor no ha sido solamente al no estar dominada por los partidos políticos, sino que el nuestro era… Éramos un grupo de gente con mucha cabeza, con muchas ganas. Y de hecho, el Centro Musical nació de eso también, de la propia Asociación, de que ya estábamos cansados de tener que reivindicar bancos y eso, eso no es la labor de una asociación, [35 min.] la labor de una asociación es una labor cultural también, y claro, es una labor política, cultural y educativa, de todo tiene que ser, una especie de convivencia. Tiene que ser un elemento revolucionario, siempre. Revolucionario en el aspecto de la palabra, que aquí dices revolucionario, joder, y parece que… [risses].

Pues estuve con Julio y me dijo que en el libro de Castaño [Natzaret y sus calles], que también lo tengo pero no lo he encontrado, está una introducción urbanística que es muy interesante de cómo yo pensaba… bueno, y de cómo veía yo que era de la época en cuanto… porque este Castaño también lo… bueno, yo con Castaño tenía… Le gustaba mucho la prensa escrita, a mí también. Entonces… Y entonces le veía porque el Castaño era de los que… y entonces se sentaba en los bancos … al principio no había bancos, pero yo creo que ha habido siempre algún banco por ahí en la plaza esa de ahí, y entonces yo me sentaba con él porque él iba a misa, creo, era bastante religioso. Era navarro y era un tío con una gran cultura. Un tío, además de una preocupación… Yo estuve en su casa varias veces, me enseñaba cantidad… Además tenía… bueno, que lo han conseguido también… Un hombre increíble, y yo con él me llevaba muy bien, la verdad, me sentaba y hablábamos mucho, me contaba, y entonces él compraba dos o tres periódicos: Levante, tal, cual… Las Provincias, porque decía que había que leer a todos [risses].

Pues sí, sí pasamos una etapa muy buena. Y también se montó la radio, claro.

¿Tú estuviste en la radio también?

En la radio, sí hombre, hacía también un programa, pero de radio, que era, no me acuerdo cómo se llamaba, pero también de entrevistas, y entonces la música era “El muro”, la música de entrada y de final de Pink Floyd, que me tenía…

El programa era “Directo al hombre”.

Sí, sí, entrevistaba por la radio. Y empezaba con esa música de Pink Floyd que me chiflaba entonces. Y entonces teníamos ahí, en la calle Mayor un localito. Y tuvo bastante… estuvo bastante bien, ¿sabes? Había… Sí, hacían… Y bastante gente joven.

Estabas muy activo. Muchísimo.

[risses] Por eso ahora dicen… Yo una de las cosas que no puedo ya es estar activo. Esa es la… Pero quiero decir: aceptar que no estás activo tampoco pasa absolutamente nada. Es una parte de la vida, ¿no? Vale, vale, estoy, por ejemplo, si me dicen “oye, ¿puedes hacer algo…?”. Si puedo hacerlo lo hago, o sea… Pues, “¿qué opinas de…?”, pero yo estar en reuniones con… Que ha sido muy participativo, por cierto, el plan éste de la 10 ése, ha sido un modelo de participación y eso que tampoco son muy participativos los que… Pero en fin. Y es que es muy difícil la participación, o sea, las reuniones… Yo he estado en dos, creo. Y algunas eran… se enzarzaban ahí, unas discusiones con cosas… muy bien, todo el mundo tiene derecho a hablar, pero hay que ser muy ágiles. Y entonces… Es complicado, te coge por ejemplo un hombre de buena voluntad, pero un pesado con una idea de no sé qué, el muro del parque, y se puede tirar tres horas con el mismo rollo.

Y ahora estamos reuniéndonos, queremos hacerla… Porque ya te digo, todo sale de un grupo, bueno todo sale un grupo… y después gente que está unida, pero desde la Asociación de Vecinos de un grupo que es un grupo cristiano. Lo tengo que decir porque es así. Y que pues esto, que estamos vinculados siempre con la con la cuestión ideológica cristiana, de Jesús de Natzaret. Y con la ideología de izquierdas porque lo vemos muy… bueno, en la época en que… también aquella estaba Cristianos por el socialismo, comunidades de base, este rollo que es un concepto. Yo por ejemplo no voy a misa desde hace mil años. La verdad. Pero nosotros nos reunimos un día a la semana y celebramos con una reunión, es una reunión de hablar y tal de… nos ponemos. Y entonces ahora estamos con la… porque claro, el concepto de cuando vinimos, claro que sigue siendo porque va avanzando todo, [40 min.] en positivo algunas cosas, otras no, pero siguen habiendo las diferencias sociales cada vez más. Esto sigue, entonces por mucho que este barrio… ha avanzado mucho, evidentemente, pero, joer, sólo te vas… yo cuando me voy a Eibar —que hace ya dos años que no he ido, porque no estoy para viajar mucho—, bueno, cuando entro… cuando entraba otra vez al barrio, era la sensación es que has entrado a otro mundo, la verdad. O sea, porque aunque haya avances la miseria sigue existiendo. La falta de vivienda sigue existiendo. Está mejor, pero…. Es que es una cosa curiosa, en la Malvarrosa, que ha sido un barrio también marinero y con muchos problemas… en aquel momento estábamos haciendo el Hospital del Carmen, que es de las monjitas éstas, estuvimos trabajando ahí, haciendo remodelaciones casi seis años. Hicimos una primero que había que cortar los muros. Les gustó a las monjitas y nos cogieron afición y ahí estuvimos, entonces a la Malvarrosa conozco mucho. Y aparte de que mi amigo Ximo también, y la gente de la Asociación la Malva y tal. Bueno, pues el problema urbanístico que han tenido con todo es el cambio poblacional que surgió precisamente de la mejora del esto peatonal. O sea, todo el paseo peatonal cambió radicalmente a la población que estaba… ¿Por qué? Porque las casitas de pescadores que había por ahí de primera línea o los chalets antiguos se vendían… los de segunda línea, pisos que habían costado seiscientas cincuenta mil o ochocientas mil pesetas de la época… claro, eran de… les pagaban a lo mejor siete u ocho millones. Claro, un piso nuevo te costaba cinco millones, o… Bueno, estoy diciendo cifras a lo mejor que no cuadran. Lo digo porque a lo mejor hay algún tío que… bueno, bien. Pero que más o menos la proporción de cuando lo compraron… Y entonces se iban de ahí y entonces iba gente que estaba al lado del mar, y de hecho la primera línea si la ves ahora, son todo casas, bueno, viviendas unifamiliares. Ese cambio poblacional que no se resuelve por el urbanismo, sólo… entonces, claro, ¿cómo se resuelve? Pues claro, pues es el que está ocurriendo, a menor escala, porque aquí al tener el puerto que es un… Es a menor escala porque claro, el puerto es un muerto, ¿eh? Es un peligro, también. Hombre, oyes cosas que te… Después el ruido que hace, no te creas tú que en verano, pues bueno duda, abres la ventana y están limpiando los barcos y te tienen ahí la noche cagándote en todo, no te… Quiero decir que el puerto es una… pero vamos, yo por ejemplo, aquí, toda esta barrera… Bueno, mi vecina, yo y él seguimos los mismos, esta se ha cambiado ya, se ha hecho nueva porque eran… esta es la… que también le hice a su madre, ¿sabes?, también le hice… la Tristana, la casa se la hice yo también. Bueno, la planta baja no, la reforma, bueno, el piso de arriba y la reforma de la planta baja. Y este luego, le dije que estaba la cosa… que ya no estaba yo para andar por ahí, porque empezó a hacer… Bueno, y esto lo contaba porque todo… eran todo personas que estaban vinculadas con la droga, aquí se vendía… Lo que pasa es que ha pasado como todo el rollo de la droga, ha pasado como… pues como ha pasado con las mafias y tal, que la segunda… la primera generación es la que se dedica al esto. La segunda generación empieza ya sacar dinero de… bueno, a vivir mejor, suelen estar un poco más educados. Y ya hacen que la gente… que ya no sean ellos los que directamente venden, sino que sean en otros lugares, y la tercera ya incluso desaparecen ya, porque… y lo venden. Aquí se han vendido un huevo de casas de… Sí, sí. Bueno, el siguiente, todos eran de gente vinculada con ellos y el siguiente ahora están unos suecos, creo que son, que juegan mucho a fútbol ahí en el patiet de adelante, porque… El siguiente tal, quiero decir que hay muchos de fuera y son, claro, son costos ahora…

Yo es que tuve una suerte, no sé si contarlo, mi mujer si estuviera me diría que no lo contara, pero… No sé por qué, de no decir, porque es que además al mirar un poco esta mañana, que estaba mirando los periódicos, [45 min.] me he leído una noticia, no lo he mirado muy eso, pero algunas que había que me ha recordado mucho, porque yo compré esta casa… era gente que venía de Valencia, era casas pequeñitas, bueno, de una planta, tenían el jardincito y habían conseguido todavía ilegal, porque al trazar las calles se cerraron ellos. Por eso este último es por la calle Francisco Falcó, y entonces cerraron, hicieron la valla y ya está, y después… Y entonces eran concesiones portuarias, cuando yo compré la casa y al que le compré tenía derecho sobre el vuelo, pero el suelo era del puerto. Sí, sí. O sea, esto era suelo de la administración, puerto. Y tú pagas una concesión muy barata por el suelo, pero no tenías derecho sobre el suelo. Lo que quería decir que podría ocurrir, aunque era difícil de entender que ocurriera, pero todo esto… era todo Natzaret así, pero se fue regularizando, que es una labor que hizo la Asociación también muy muy interesante y que hubo también ahí… todavía hay casos que no regularizaron, no sé por qué. Bueno, y entonces, claro, al hablar con la gente, con estos, porque yo venía a todos… yo tenía un tercer piso sin ascensor, tenía una polea para subir la compra. Los dos niñitos que ya tenían una… Sí, sí, tenían un cacharro de estos al balcón. Madre mía, cualquiera… tenía que hacer ocho viajes, entre el eso, el cacharrito, el hijito, la… [risses]. Éramos jóvenes y tal, ahora hubiera estado… Y entonces venía, paseaba todos los domingos y estaba mirando siempre. Bueno, y al final conseguí conocer a este hombre, que era un tío que era joyero y tenía… el de aquí era guitarrista, creo, tenía una fábrica; Guillem, creo que se llamaba. Quiero decir, eran todos pues eso, de la burguesía valenciana, que tenían casitas e iban a Natzaret a la playa. Yo venía a la playa con mi madre y con mi padre y mis hermanos, con el tranvía que daba la vuelta ahí. Desde la calle del Mar cogíamos el tranvía y veníamos a Natzaret, que separaban a los chicos de las chicas. Yo tengo una foto con mis hermanas con calzoncillitos de esos, braguitas blancas, la boina blanca, mi madre era navarra. Camiseta blanquita de ésas que tenían antes. Todos ahí… mi mujer, mi hermana y mi madre tenían que ir al otro lado.

Queríamos preguntarte también cómo hacías lo de “Charlando en la calle”, ¿cómo seleccionabas a la gente?

Bueno, lo hablábamos nosotros en el esto, teníamos una reunión de todo el equipo, igual que después el Ramon Arqués, por ejemplo, que era el coordinador… Hombre, los líos que había normalmente era de cuando… bueno, había gente, había redactores más pasotas, como yo por ejemplo, que me daba francamente igual, la verdad. Bastante que se la saliera publicado y que el proyecto funcionara. Pero había otros que tienen, hombre, escribir tiene también su esfuerzo. Quitar una línea cuando se pasaba, había… el coordinador era el que cortaba. Y entonces había protestas, a veces: “oye, tú…”, en la siguiente reunión. Entonces teníamos una reunión, y entonces se hacía, igual que los editoriales, no lo hacía uno cada vez, se planteaba sobre qué editorial. No lo hacías tú, pero podías dar ideas a lo mejor en el grupo: “oye, tú, esto…”. Por eso… y muchas cosas se hacían en común también. O sea, y se repartían. Entonces el “Charlando en la calle” pues yo planteaba… si podía planteaba, “oye, pues he visto a la señora ésta del carrito sería…”, o lo planteaba otro: “oye, ¿por qué no haces esto…?”.

Y entonces hacíamos eso, eran reuniones de distribución de faena, de poner un plazo también para que no… Después nos reuníamos antes de esto, de que se pasara… Porque se maquetaba… maquetaban… al principio Miguel Costa, que es el marido de Lolín, que era la hija… Lolín es una hija de aquí, de Lola Ferrando, que estaba en la calle Ifach, que habréis oído hablar de ella, que se murió, o sea hace dos años o tres. Era una mujer muy o una es, así que era. Una luchadora, tú. Estaba… ésta estuvo muy metida en el… No sé si habréis hablado —me estoy yendo por las ramas, ¿eh?, pero es que son gente también del barrio que…—, en el proyecto que llevaba un… de un sacerdote que lleva gente de la de la cárcel, que está muy vinculado con nosotros. José Antonio Bargues se llamaba el cura. José Antonio Bargues. Y entonces esta Lola Ferrando iba al proyecto éste, [50 min.] iba todas las semanas, cuando hacían vacaciones que hacían una especie de apartados en una casa que tenía en el monte o por ahí, o que les dejaban. Iba de cocinera.

La verdad es que yo he hecho cosas bonitas, ¿eh? Además me acuerdo de éstas de… de la calle Ifach, los que llamamos de la calle Ifach, que son Damià, Sió —que se murió hace poco—… Se quedó… porque hice un escrito, cuando tuvimos la… cuando se hizo la… una de las primeras calles peatonales que se hicieron fue la calle esta de aquí del barrio, ésta que hay ahora que pueden entrar en dos direcciones y que acaba en la Plaza de la Iglesia y que se peatonalizó un poco, no del todo pero… Y bueno, aquello fue una guerra, tú, acojonante, ¿eh? Ahora porque ya… hombre, “los catalanistas izquierdistas…”, que estaban los comerciantes, estaban que aquello fue una locura, lo pasamos muy mal. Y entonces, bueno, pues fue mejor para ellos, ¿no? Ahora ya, claro, porque van todos a comprar mejor.

Bueno, pues entonces hice un artículo muy bonito en la que… bueno, muy bonito… sí, bonito. Que ponía: “aquellas grúas —porque estaban las grúas derribando esto, picándolo—como monstruos bondadosos”. Aquella frase no se me ha olvidado porque aquello le tocó en el corazón a Sió, y me la repetía cada vez que… bueno, cada vez no porque nos veíamos al final continuamente, pero se le quedó grabado, tú, y era una columnita enana de explicación de la falla. Pero siempre me ha gustado… no, he escrito con gusto la verdad, y siempre me ha gustado darle. Ahora he leído… esta mañana cuando he estado un rato viendo, digo “che, tú”, y de alguna manera tiene cierta… porque para haber hecho ochenta [en realitat el periòdic Natzaret publicà 90 números entre els anys 1982 i 2000], ¿eh?, tener… Y es que me gustaba, la gente. Solamente tenía a veces algunos esto cuando eran… O sea, a lo mejor tíos muy rígidos, ¿no?

Pues sí, hombre, y hay folletitos que hice… Aquella exposición que hicimos, hay un folletíllo… bueno, ya lo buscaré, es que los tengo todos, que era todo una especie de esto, que tal, y bueno, muchos planos que salían por ahí y tal estaban grafiados por… claro, era una cosa que estaba más o menos obligado, lo que pasa que…

¿Cómo hacías las entrevistas? Las grababas en audio…

Sí, no, no, tenía un aparatito de estos, una cosa, es antigua, y después me las pasaba. Me las trascribía, mejoraba, le metía… bueno, mejoraba… lo que era, pero quiero decir, le daba un poco la parte más así, entonces tomaba notas en una libretilla también de cómo era él, la persona un poco también, de su… de la primera… esa impresión que te da cuando esto, porque claro, había gente que se abría rápido y otros que no. Cuanto más esto eran más abiertos, la verdad. Que siempre ha sido sí, cuanto más llano, cuanto menos dinero, cuanto más esto, muy poca gente… Ahora el problema que veo… yo creo que antes había menos, en aquella época, y ahora veo problemas mucho de soledad. Yo por ejemplo me voy al Mesón, por ejemplo, digo, me voy a almorzar algo, me siento en una mesa, o voy con algún amigo, pero cuando voy con algún amigo no lo hago tanto porque, claro, ya parece que esto. Pero a veces he estado solo, ¿no?, que me gusta, a mí me gusta almorzar, y hablo con este, con el otro, siempre conoces a alguien. Cuando ves a una persona, veo, ¿eh?, y además el cien por cien aciertas, que es mayor y que le dices una cosa y se te engancha como una, como una lapa. Cualquier cosita, y claro, dices, “oye, le veo que está un poco triste, ¿qué le pasa?”, por ejemplo. Bueno, después, al cabo, sí, sí, al cabo de dos horas estás pensando, “oye, es que resulta que me tengo que ir porque aunque…”, y es porque están solos.

Cuando montamos la banda éramos siete u ocho: Damián… o nueve. Íbamos tocando la Marcha de Alcoy, y en principio contratábamos, al principio teníamos que ir al esto a estudiar, al conservatorio, de ahí del local central, y hasta que fuimos escuela costó su tiempo. Bueno, y entonces nos contratábamos, ¿no? Y entonces, las fiestas de Tranviarios, en una de esas que llevan las tías con sus peinetas, sus mantillas y tal, iban en coche de caballo, y yo estuve tocando ahí con ellos, todos: nueve dijéramos o doce o quince para hacer el numerito con otros que venían de otra banda y tal. [55 min.] Y claro, los caballos cuando cagaban era una locura porque tú estabas… dejaban todo el medio… no paraban de cagar [risses]. Tú ibas ahí, avisábamos, porque nos hacíamos expertos en avisar, ¿eh? “¡Cuidado, eh!”. Pero claro, y además los carritos de los cojones iban más rápidos que el paso al que fueran, que el paso que vas tú, y entonces hacíamos la trampa, como sabíamos el recorrido, cuando la cosa se empezaba a hacer la diferencia grande [risses], el dire nos decía —bueno, el que hacía de dire, que era uno, Vilaplana, un hombre mayor pero que estuvo… un tío cojonudo—, pues nos decía: “ahora por aquí”, y corríamos. Como este barrio era así todo horizontal, ¡CHUP!, y los superábamos o llegábamos detrás.

Había una escena que tenía también —la tengo muy estudiada—, que era un poco todo eso, pero claro, había que buscar, esperar a que se eso y después, bueno, como tenemos tantos conciertos, llevamos de la época… nosotros conseguimos un segundo premio… o un tercer premio fue al final, porque el segundo fue San Marcelino, en el Palau. Sí, sí, una… Nos lo tomábamos en serio, era una cosa… e hicimos una… En aquel momento la banda era… el Centro de Música era una… bueno, y editamos también un CD, y además muy bien, en una empresa.

Mira, se podría publicar. Podemos hablar con la Junta y si les parece bien que se publique este material para que esté disponible en digital.

Ah, pues seguramente. O sea, el CD está ahí, han sobrado y hay muchos. La banda fue una experiencia… Oye tú, yo tenía… Claro, yo tenía 35 años cuando la cosa aquella empezó. Yo era muy malo para la cosa musical. Eso que dicen que tienes un oído de tal… La verdad no tenía, no he tenido oído, y entonces, bueno, ¿por qué entré? Pues porque ya venía un tío del conservatorio que se llamaba Amena y daba clases, pero el conservatorio es un proceso muy mal, o sea, es… Es decir, como hay tanto, en la Comunidad Valenciana, tanto músico, en cada pueblo salen… Ahora ya cada vez empieza a haber un poco de déficit porque han cambiado mucho las costumbres, pero antes la banda de pueblo, que les daba subvención el ayuntamiento, todos los chavales pasaban por la escuela de música, ¿no? Y entonces salían por [inintel·ligible]. Entonces en Valencia también había mucho el conservatorio, entonces menospreciaban a los que no… y éste era de la vieja escuela, profesor, era un tío majo. Bueno majo: mayor. Y entonces, o sea tú, hacía llorar a los chavales. Y entonces, como yo era arquitecto y podía disponer de mi tiempo, o sea, no tenía que estar a las ocho, fichar, yo le decía a mis compañeros: “oye mañana vendré más tarde o salgo antes hoy y haré más horas después, o me quedo el domingo”. Entonces me apunté a las clases para acojo… Claro, el otro cuando veía a un adulto ya trataba de… Porque estabas allí y te miraba y tú le mirabas y decías, “oye, que estás amedrentando al chiquillo”; no lo decías delante de todos, pero… Y aquello… Y aquel me hizo entrar… claro, para estar allí me dije, pues me meto y aprendo solfeo. El solfeo es sencillísimo de aprender, para qué decir que no tiene nada que ver con… es un lenguaje, es como… es aburrido, ¿no?, pero es sencillo: es darle, estar ahí. Y llegué hasta tercero de solfeo.

Empecé con el clarinete, porque eso de que los hay poco. Arquitecto, salir… Pues no te creas, a mí me da algo de apuro, no me cuesta confesarlo. Y después he visto a gente que le ha dado mucho apuro, ¿eh? Ya gente adulta que podía… Porque parece que estás ahí… Claro, en un concierto no, porque encima presumes, pero yendo con la banda, con los chavales, con tal. Y te conocen, “uy, el médico”, por ejemplo, “este…”. Bueno. Y entonces el clarinete parecía que era un instrumento con más de… eso, ¿no?, como más fino, más esto, igual que el saxo, eran instrumentos que [inintel·ligible]. Pero tuve la suerte que tu vas… claro, no se coge nadie, los nanos sobre todo, y de esto que me probaron una vez la boquilla y me funcionó bien, y entonces me pasé a la tuba, claro. No había tubas y entonces me pasé. Bueno, y ha sido una experiencia… Ha sido una experiencia radical de mi existencia, muy importante. Sí, sí. He conseguido… Bueno, además descubrí que es más difícil ser músico que ser arquitecto. Sí, sí, eso que crees que la carrera… Ser músico empieza… son 10 años, lo menos. Sólo para poder llegar a que te den ese grado medio 6 años, después tal, después tal.

[1] Rafael Cort Álvarez va ser director de l’Escola Industrial de València entre 1915 i 1952, director de la Companyia de Tramvies i Ferrocarrils de València, i president de la Diputació de València entre 1941 i 1943. Té un carrer dedicat al barri de Montolivet. El número 4 dels Cuadernos del Museo del Transporte (2007) està dedicat a ell.

Nom/Cognom Jaume Cort Aznárez
Títol  Jaume Cort, urbanisme, humanisme i militància
Any de naixement 1950
Temàtiques veïnat, Periòdic Natzaret
Data i lloc de l’entrevista  Dijous 4 de maig de 2023, casa de l’entrevistat
Equip entrevistador  Etnopèdia (Laura Yustas, Nelo Vilar)
Enllaç  https://youtu.be/tDzBur2ZIig
Extracte  https://youtu.be/UULXKy-OEyc
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